La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 496

Antes de que Naya hablara, la mujer sonrió. "Arianne, no esperaba que estuvieras trabajando en un lugar como este. ¿Mark ya no te quiere? ¡Qué encantador! ¿No te dije que no tendrías un final feliz?".

La expresión de Arianne se ensombreció, no esperaba ver a Aery aquí. “Aery, cuidado con tus palabras. Tampoco esperaba verte aquí en este lugar. No pudiste sobrevivir en la capital, ¿verdad? Come si quieres, lárgate si no. No tengo ninguna obligación de servirte".

Esta fue la primera vez que Naya vio el lado duro de Arianne. Se sintió muy satisfecha cuando desahogó su ira. “Esta es nuestra jefa. Somos los empleados".

Aery no pensaba mucho en Arianne solo porque era dueña de una tienda de postres. “Escuché que la tienda de postres de aquí no está mal, y que tiene postres que saben a obra de un maestro. Me preguntaba quién era, pero ahora sé que no es más que un truco después de ver a la propietaria. Incluso si no eres una empleada, solo eres propietaria de una tienda de postres. ¿Cuál es el problema? Vine aquí para un descanso, ¿en qué me parezco a ti? Arianne, dime rápido, ¿cómo te echaron del Tremont? No puedo esperar a escuchar tu trágica historia...".

Arianne habló con frialdad. "Yo soy el que no quiere a Mark, ¿entiendes? Alguien a quien no quiero no te quiere a ti. ¿Quién es más trágica?".

Aery palideció de ira. "¿Qué dijiste? ¡Repítete si tienes agallas!".

Arianne lo repitió palabra por palabra. "Escucha de nuevo si no lo escuchó la primera vez. ¡El hombre que no quiero, no te quiere a ti!".

Tanya envió el café que había preparado en ese momento. "El café está listo".

Aery lo recogió y se lo arrojó a Arianne. "¡P**ra!".

Arianne se hizo a un lado para evitarlo y el café se estrelló contra la pared detrás de ella, causando un gran revuelo.

Naya cogió el teléfono del mostrador. "Llamemos a la policía".

Aery agarró el teléfono de la mano de Naya y lo tiró al suelo también. "¿Quién eres tú? ¿Quién te dio el derecho a hablar?".

Arianne se arremangó sin hacer ruido e insinuó a Tanya con los ojos que cerrara la puerta de la tienda. Había aguantado a Aery durante demasiado tiempo. Había querido tomar represalias durante mucho tiempo, especialmente después de enterarse de que Aery se había aliado con Ethan para secuestrar a Tiffany. Ella no había podido superar eso.

Tanya pudo discernir que su jefa iba a golpear a esta mujer. Naturalmente, la ayudaría. Rápidamente corrió a cerrar la puerta y giró el letrero hacia un lado que decía que estaban en un descanso.

Arianne sonrió. "No estoy actuando. No soy como tú, detesto hacer cosas así. Puedes decirle a quien quieras sobre esto. ¿Crees que me importa lo que piense Helen de mí? Estás pensando demasiado las cosas. Me provocas una y otra vez, y he estado en silencio todo este tiempo. ¿Es por eso que crees que soy una presa fácil? Si no hubieras secuestrado a Tiffie, no me molestaría contigo. Ya que viniste aquí hoy, arreglemos las cuentas de una vez por todas. Tú eres quien inició esta pelea, así que no puedes decir nada, incluso si vas a la policía".

Aery apretó los dientes con ira. Su cabello teñido estaba hecho un desastre y estaba pegado a su cara. Sus muslos desnudos se rasparon cuando cayó al suelo. Ella parecía desdichada. “No era mi intención secuestrar a Tiffany. Mi objetivo eras tú. Tuvo la mala suerte de usar tu ropa ese día. De lo contrario, la que hubiera sido violada habrías sido tú".

Arianne sintió un zumbido en la cabeza.

Naya y Tanya también estaban estupefactas.

“Tú… ¿Qué dijiste? ¡Repitelo!".

Aery sostuvo su rostro que estaba ardiendo por las bofetadas y escupió con saña: "¡Así es, he estado queriendo vengarme de ti! Es culpa de esos idiotas que contraté. Deben haber estado ciegos para secuestrar a la persona equivocada. Si Ethan no hubiera terminado tan rápido, ¡ella habría muerto de diversión ese día! Que puedes hacer al respecto, ¿eh? ¡Mátame si puedes!".

La sangre de Arianne parecía haber corrido al revés. Ella no esperaba que Tiffany hubiera experimentado algo tan desgarrador y se lo ocultara. ¿Estaba Tiffany preocupada de que me sintiera culpable? Se odiaba a sí misma por dejar que Tiffany saliera con su ropa ese día y se odiaba a sí misma por dejar que Tiffany saliera a comprar alcohol... De lo contrario, algo así no habría pasado...