La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 505

Una vez que pensó en la indiferencia de Mark cuando lo encontró en la oficina, Arianne se sintió nerviosa. Si ella no estuviera buscando ganar dinero, no habría aceptado su pedido. No solo se había agotado toda la tarde, sino que tenía la sensación de que él lo estaba haciendo a propósito para hacerle la vida más difícil.

No mucho después, Naya regresó a la tienda después de recoger a su hija del preescolar. Recientemente era algo común. Otros podrían no discernir nada, pero Arianne podía ver a través de ella. "Naya, ¿no tienes a nadie en casa que pueda ayudarte a cuidar a la niña? No me malinterpretes, me gusta Lulu, pero creo que... es demasiado agotador para ti. ¿Nadie más puede recogerla por ti?”.

Naya sacudió la cabeza con una sonrisa amarga. "No. Mi esposo está cansado del trabajo. Es programador y siempre trabaja hasta altas horas de la noche haciendo horas extras. No puede ayudar con nuestra hija, no tiene el tiempo para hacerlo. En cuanto a los abuelos… me casé lejos de mi casa. Mis padres no se quedan cerca y los padres de mi esposo no quieren. Creen que están en la edad de disfrutar de la vida, así que salen todos los días después del desayuno. Normalmente no los veo en todo el día. Yo soy la que lleva y recoge a Lulu. Cuando vuelvo a casa del trabajo, tengo que limpiar los platos que dejaron de la cena y la ropa sucia. Lulu no va a la escuela los fines de semana, pero los abuelos gimen y se quejan de los dolores corporales cuando la cuidan durante el día...".

Arianne frunció el ceño ante lo que escuchó. “Solo trae a Lulu a la tienda también los fines de semana. Déjala jugar en el salón del personal cuando estemos ocupadas y podemos tenerla aquí cuando el negocio esté más lento. También puede dormir la siesta en el salón del personal".

Naya se mordió los labios, una oleada de tranquilidad brilló en sus ojos. “Los padres de mi esposo no me criaron, así que puedo entender si no me están ayudando. La niña es mía, no tengo ninguna queja. No creo que sea patética. Cuando me necesiten en el futuro, también tengo una razón para no preocuparme. No nos debemos nada el uno al otro. Si mi esposo quiere devolver el amor y el cuidado de sus padres, es asunto suyo".

Nadie lo tenía fácil, ya que cada familia tiene sus propios problemas. Arianne no supo qué decir para ayudar. En retrospectiva, no parecía haber enfrentado los diversos problemas que enfrentaba una persona normal en términos de familia. La única persona a la que tenía que enfrentarse era Mark. Se preguntó si era buena suerte o mala suerte.

Lulu era joven y no sabía de qué estaba hablando su madre, ni podía entender lo cansada y triste que estaba su madre. Ella dibujaba en un pequeño libro en la mesa. "Mami, este es un dibujo que la maestra nos pidió que completáramos, pero no puedo dibujar un sol correctamente. ¿Me puedes ayudar?".

Naya fue sumamente amable con Lulu. “Sé buena, Lulu. No tengo tiempo. Mami tiene que trabajar. ¿Puedes dibujarlo tú misma? Puedo comprobarlo cuando volvamos a casa esta noche".

Arianne era buena dibujando. "Yo lo haré. Naya, adelante".

A Lulu le agradaba Arianne. "Señorita bonita, ¿sabe cómo dibujar un sol?".