La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 625

Tanya dio una respuesta en una fracción de segundo: “Considera el trabajo tomado; ¡soy tu chica! Era yo quien mantenía mi casa y el café de Arianne impecables todos los días, ¡así que puedes contar conmigo!".

Un rato más tarde, después de escuchar que Tanya había llegado, Arianne llamó a la chica para preguntarle, alegremente le informó todo, desde su nuevo trabajo hasta su nueva residencia sin fallar antes de concluir alegremente: "Ya ves, Ari, no hay nada de qué preocuparse. Acabo de conseguir un trabajo como conserje en la compañía de Eric y me quedaré en su casa hasta que encuentre una habitación o una casa para mí, así que sí. Concéntrate en cuidar a ese bebé y no te preocupes por mí, ¿está bien?... ¡Oh! Si alguna vez hay un momento conveniente, ¡espero que podamos encontrarnos!".

Arianne no sabía si tal conveniencia podría existir alguna vez; todo lo que ella sabía era lo estricta que era la orden de Mark de quedarse en casa — hasta le negaron un paseo fuera de la casa. En consecuencia, tampoco nadie venía a verla a casa.

"Er, sobre eso... Concentrémonos en tu nuevo trabajo y que te establezcas por ahora. Siempre podemos planear reunirnos para comer en otro momento”, ella respondió.

Acababa de colgar el teléfono cuando escuchó al mayordomo tocar a su puerta. “Su tía está aquí, Señora. ¿La dejamos entrar?”.

Arianne estaba un poco aturdida. Su tía — ¿la misma tía a la que ella había visto solo por un momento o dos, que vino solo para dejarle a su abuelita en su regazo? ¿Esa tía? ¿Por qué estaba de repente aquí? ¿Para visitar a la Abuelita?

Arianne emitió un zumbido de reconocimiento y bajó las escaleras para averiguar más. Allí, la anciana estaba sentada en la sala con un semblante bastante amargo.

“Oye, Abuelita. ¿Has oído? La Tía está aquí. ¿No vas a saludar? ¿O darle la bienvenida?”. Arianne comenzó.

"Pssh, ¿de verdad no tienes idea de por qué ella está aquí de repente?". Abuelita Wynn carraspeó de mal humor. "¡Ella pensó que yo era una pequeña molestosa pérdida de espacio en ese entonces y usó la excusa de que yo no era su madre biológica para abandonarme en tu casa! ¿Por qué otra razón estaría aquí ahora si no fuera porque ella escuchó que tú y yo somos parte de la familia Tremont, eh? Ahora, de repente, volvemos a ser parientes consanguíneos, ¡alabado sea el Señor! Urgh. Bien, el único vínculo que tenemos es que la he criado desde que era niña. Ella nunca fue mi hija biológica. Dado que decidió que me había cuidado lo suficiente y me abandonó, ¿por qué debería ver a alguien que no tiene vínculos conmigo? Solo sácala de la propiedad”.

Arianne asintió antes de cruzar impasible por el patio delantero para llegar a la puerta de la mansión. Allí, aguantando el viento helado, estaba una mujer cuyo rostro se iluminó con una sonrisa efusiva cuando vio a Arianne. A través de la rendija de la puerta, ella arrojó una bolsa llena de productos para el cuidado de la salud en dirección a Arianne y susurró: "¡Oh, Ari querida! ¿Cómo está la Abuelita? ¡Estoy aquí para verla!".