La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 637

Tanya se mordió los labios y se obligó a contener las lágrimas. "Pensé... que me enseñarías si hacía todo lo que me pedías... El Sr. Nathaniel me dijo que todos son amables aquí y me pidió que aprendiera de ti. Una vez que tenga más habilidades, podré convertirme en una diseñadora de moda como todos ustedes...".

La mujer se burló. "¿Diseñadora de moda? ¿Tú? Solo pienso en ti como un gran objetivo para intimidar. ¿Qué? ¿No me escuchaste? ¡Tráeme una taza de té con leche!".

“Mi trabajo se limita al trabajo de limpieza. No es mi trabajo hacer recados para ti. Hazlo tú misma. No les debo nada a ninguno de ustedes". Esta fue la primera vez que Tanya rechazó la solicitud de la dama. Luego, sacó con fuerza el trapeador de debajo de los talones de la dama.

La mujer tropezó y casi se cae. Su humillación se convirtió en rabia y abofeteó a Tanya. "¿Quién te crees que eres? Ya tenemos una señora de la limpieza, que estés aquí es solo una broma. El Sr. Nathaniel solo te dio un trabajo por lástima. Tu trabajo es tan fácil que no tienes que hacer nada más. ¿Qué diferencia hay en recibir un pago por no hacer nada? Si quieres quedarte aquí, será mejor que nos hagas unos mandados. De lo contrario, le diremos al Sr. Nathaniel que ha estado descuidando sus deberes. ¡Definitivamente te despedirá si se entera de esto!".

Tanya sintió un pinchazo en la quemadura, pero el dolor no podía compararse con lo que sentía en su corazón. Pensó que las personas que había conocido aquí serían agradables como Arianne, Tiffany y Eric. Ahora, sabía que también había muchas personas horribles. "Adelante entonces. Dígale al Sr. Nathaniel que me despida. Renuncio”. Tan pronto como terminó de hablar, cerró la puerta de la habitación del conserje. Iba a cambiarse y dejar ese lugar.

La mujer todavía estaba aturdida. ¿Iba a tomar represalias el manso conejito blanco? Bueno, era bueno que se fuera de todos modos. Ella era una monstruosidad. Ella ya no causaría problemas desde que Tanya dijo que iba a renunciar. Regresó al área de la oficina, sus tacones haciendo sonar ruidosamente el piso. Ella anunció con altivez: “Esa perdedora del campo se va. Ella se está yendo”.

Un grupo de mujeres, todas las cuales compartían el mismo carácter, se reunieron y discutieron muy animadas.

"¿Crees que fuimos demasiado duros con ella?".

"¿Qué quieres decir? Solo derramé té accidentalmente sobre ella. Es su culpa por no servirlo adecuadamente".

"¿De verdad crees que no hay nada entre ella y el señor Nathaniel?".