La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 655

Tiffany todavía no entendía del todo. Finalmente entendió que algo había sucedido después de escuchar los chismes de sus colegas. Comprobó las noticias y ojeó los artículos. Su mente inmediatamente se entumeció. Para cuando se recuperó, Jackson había desaparecido.

Hoy había llegado a la oficina en el coche de Jackson. Para cuando salió corriendo, Jackson ya se había marchado. Sabía que volvería a la residencia West para enfrentarse a Atticus. A pesar de su miedo, no podía ignorarlo en un momento como este. ¡Jackson podía matar a golpes a un hombre cuando perdía el control!

Para cuando llegó a la residencia West en taxi, Jackson y Atticus no estaban por ningún lado. Solo Summer paseaba nerviosamente por la sala. "¿Dónde está Jackson? ¿Está aquí?". Ella preguntó.

Summer asintió con los ojos llorosos: "Él está aquí. En el estudio de arriba. Está encerrado con su padre. No puedo entrar. Temo que pueda pasar algo, pero no sé qué hacer. Lo siento, Tiffie, debo parecer como un chiste...".

¿Cómo podría Tiffany pensar en esto como un chiste? Corrió escaleras arriba y llamó a la puerta: “¡Jackson! Abre la puerta. Hablemos de esto. ¡No seas precipitado!".

Podía escuchar ruidos de aplastamiento desde el interior, pero ninguna respuesta de Jackson. Ella estaba extremadamente aterrorizada: “Mamá, llama al ama de llaves y a todos los demás para que derriben esta puerta. Alguien podría morir. Estoy segura de que conoce las habilidades de lucha de su hijo. ¡Matará a golpes a papá!".

Este asunto fue sin duda el mayor golpe para Summer. Podría estar enojada, pero no podía ignorar a Atticus potencialmente agonizante. Rápidamente llamó a su personal para que derribaran la puerta.

Tiffany puso su mano sobre su pecho mientras estaba parada en una esquina, demasiado asustada para hablar. Se calmó, hizo acopio de valor y se apresuró a entrar en el estudio. Atticus ya había logrado ponerse de pie. El estudio estaba en completo desorden y Atticus estaba golpeado y magullado. La sangre de su nariz se había esparcido por todo el suelo y todavía le goteaba por la nariz.

Buscó a tientas un pañuelo de papel y se apresuró hacia adelante: "Papá... ¿Quieres ir al hospital?".

"¡No lo llames 'papá', no se lo merece!".