La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 689

Tiffany entró en pánico. Era el tipo de pánico que no se podía ocultar con alcohol. Ella no pensó que esto terminaría implicándola y causando la ira de Jackson: "No seas así... Realmente no estaba con nadie...".

Jackson no respondió. En cambio, continuó frunciendo el ceño. Estaba ansiosa por encontrar una salida. Desafortunadamente, ella no tenía muchas ideas. En su pánico, lo empujó hacia la cama: "Solo confía en mí... Solo por esta vez... No te estoy mintiendo...".

Él la apartó: “¡Quítate! Estoy cansado. Ya no tengo ganas de pelear contigo".

Ella se inclinó y atacó sus labios, ronroneando a través de su mirada nebulosa: "Sé que estás cansado. Te estoy ayudando a relajarte". Luego, lentamente navegó por su cuerpo, deteniéndose en su abdomen...

¿Cómo era posible que Jackson se preocupara por su ira ahora? Su cabeza gritaba ‘¡no!’. "¿Qué estás haciendo? No me interesa el maldito sexo durante la menstruación. Ve a dormir si estás borracha. ¡Hablaremos de esto por la mañana!".

Ella lo ignoró. El alcohol es propulsor del coraje. Ella reunió sus nervios y hundió la cabeza en su entrepierna.

Él jadeó, extendió la mano y agarró la parte posterior de su cabeza, "¿S-siempre... eres así cuando estás borracha?".

Ella lo miró, entrecerrando sus bonitos ojos...

Para cuando Tiffany se despertó al día siguiente, ya era mediodía. Jackson debió haberse ido a la oficina hace mucho tiempo. Con impaciencia empacó y corrió a la oficina. Aye, que no la había visto en días, acababa de regresar al área de la oficina después del almuerzo. Ella sonrió cuando la vio correr: “¿Dónde has estado? ¿Te fuiste a disfrutar de la vida?”.

¿Su "demostración"? La mente de Tiffany todavía estaba confusa: "¿Qué exhibición? ¿Qué hice cuando llegué a casa?". Era una persona completamente diferente a la de anoche. ¿Qué hizo ella para calmar su ira? Ella no podía recordar nada.

Jackson sonrió seductoramente: "Si no puedes recordar, ¿puedo darte un recordatorio?".

Ella se estaba volviendo cada vez más sospechosa, basada en la expresión de su rostro: "No... no puedes... todavía estoy en mi período...".

Levantó la mano y suavemente le rozó los labios con la punta de su dedo: "Ciertamente no lo hice, pero tú insististe. Yo soy la ‘víctima’ aquí. Sin embargo, me gustaría repetirlo, aunque fue 'forzado'...".