La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 700

Tiffany apretó los dientes antes de forzar las palabras a salir de su boca: "Yo pagaré, ¿de acuerdo? Le pediré la cantidad a Jackson y le pagaré. ¿Estás feliz ahora? ¡Pero! Para evitar que suceda algo estúpido, ¡quiero que me transfieras la propiedad de esta casa! No te hará daño si haces esto: esta casa está destinada a ser tu residencia, por lo que tienes derecho a vivir en ella, ¡pero no a venderla!”.

“Además, compramos esta casa con el dinero que obtuvimos por vender la tierra de mi abuelo. Pertenece a los Lane”, finalizó Tiffany. "No tienes derecho a reclamarlo".

Afortunadamente, una parte de Lilian tampoco estaba dispuesta a separarse de la casa, por lo que escuchar a Tiffany ofrecer otra solución suavizó su postura. “Bueno, bueno, al menos entiendes que esto fue tu culpa en primer lugar. Que bueno por ti; ahora ve a buscar el dinero para devolvérselo. Estoy bien con transferir la casa a tu nombre, pero después de eso, debes prometer que nunca volverás a meterte en mis asuntos".

Tiffany pensó mucho en el compromiso de su madre. Sin la casa, Lilian no tendría nada, y Grant lo notaría pronto y la dejaría en paz.

“Está bien entonces, aceptó esto. Mientras esa casa sea mía, no tendré nada que temer. Si Grant todavía quiere casarse contigo a pesar de que no tienes nada, entonces supongo que realmente te ama, ¿y quién soy yo para interferir?”.

La pareja se encontró con Grant en la puerta del vecindario. Anteriormente, el hombre le había prometido a Lilian que los dos manejarían el asunto de vender la casa juntos, yendo tan lejos como para "amablemente" encontrar un comprador interesado para ella. Sin embargo, extrañamente, no pareció preocupado en absoluto cuando Lilian le dijo que había cambiado de opinión.

“¿Oye, Lily? Hay algo que debo confesarte”.

Tiffany puso los ojos en blanco antes de dejar espacio entre ellos. ¿Qué trucos turbios podría estar inventando ahora?

“Lily, yo... te mentí. Solo te busqué porque necesito dinero, así que quería que vendieras esa casa por mi. Realmente nunca quise casarme contigo, lo siento, pero es verdad. Ni siquiera nos conocimos por casualidad, en verdad, diseñé esas reuniones. Yo las diseñé. Quiero decir lo que digo, de verdad. Ahora sé cuánto mal he hecho, por favor... Perdóname...".

"¿Q-qué estás diciendo?" Lilian se sorprendió. "¿Esto es lo que está haciendo Tiffie? Mira, no te preocupes, ¿de acuerdo? Le transferiré la propiedad de la casa y nunca volverá a meter la nariz en nuestros asuntos".

Tiffany no estaba segura de qué fue lo que impulsó al hombre a confesarse, pero de todos modos estaba contenta. "¡Por favor, yo no lo amenacé, ni Jackson tampoco! ¿Por qué habría? ¡Es vergonzoso! Incluso si estás deseando volver a ponerte ese vestido de novia, ¡también debes usar la cabeza y los ojos! Te dije que es un maldito estafador, pero tú nunca escuchas, ¿y ahora qué? ¿Aprendiste algo? Demonios, ¡incluso lo admitió!".

Lilian estaba tan abatida que se levantó y volvió a entrar, sollozando. Tiffany, mientras tanto, miró la hora y supo que llegaría tarde al trabajo.

La hija estaba a punto de correr tras su madre cuando el Bentley negro se detuvo repentinamente frente a ella. Saliendo del coche estaba el mismo joven que se ofreció a enviar a Tiffany a casa desde el bar en ese momento.

Le entregó una tarjeta a Tiffany. "Señor Smith se asegurará de que nada te vuelva a molestar".