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El pecho de Jackson estaba agitado. Después de un largo silencio, finalmente dijo: “¿Eso es lo que piensas de mí? Te dejé muy claro que no tengo el hábito de ser infiel...". ¿Por qué no le creería?
Tiffany lo miró con lágrimas en los ojos mientras se obligaba a mantener la calma. "Sí, lo has mencionado. Lo recuerdo. Pero la verdad es que lo hiciste. No te preocupes, no planeo pelear contigo. Es inútil en este momento. Te devolveré el dinero de la dote lo antes posible. No quiero nada de los West. Les diré a todos que fue una decisión mutua. Después de todo, una vez estuvimos enamorados. No diré una sola mala palabra sobre ti a nadie".
Jackson no esperaba que Tiffany, quien generalmente era despreocupada, tuviera un lado tan decidido en ella. Hizo una ruptura clara al discutir la cancelación de su compromiso y hasta había planeado cómo lidiar con las consecuencias. Su expresión de calma mortal le dijo que esto realmente había terminado. No había vuelta atrás. Su presión en cada etapa, su desconfianza, su tortura enloquecida sobre él. Nunca pensó que todo terminaría por un malentendido. Su voz temblaba cuando hablaba como si cada palabra que pasaba por sus labios le quitara las fuerzas. “Te voy a preguntar una última vez, ¿no hay vuelta atrás? ¿Ni siquiera una oportunidad para que me explique?”.
Tiffany no lo miró. Tomó su cartera, pasó junto a él y se fue. "No es necesario".
Había perdido el valor de perseguirla mientras él la veía irse. Sintió como si sus piernas se hubieran convertido en plomo, se sentían extremadamente pesadas.
Arianne no sabía qué decir en ese momento.
Mark frunció el ceño y suspiró suavemente. "¿Qué diablos pasó?".
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