Mansión Smith.
Alejandro parecía estar de muy buen humor. Bebió delicadamente los diferentes vinos tintos frente a él mientras Lynn lo servía con cuidado a su lado.
“Nunca esperé que este asunto se resolviera tan rápido. Ahora, tengo un nivel completamente nuevo de respeto por ti, Lynnie".
Lynn sonrió. “Tuve suerte. Nunca pensé que sería tan rápido tampoco". Lo que la sorprendió aún más fue lo sensible que fue Tiffany hacia esta "traición". Alejandro realmente conocía a Tiffany como la palma de su mano.
Le habían quitado los vendajes del rostro a Alejandro. Llevaba una gorra de béisbol que le cubría la mitad de la cara. Se podían ver leves marcas de cirugía en su rostro, ya que no estaba completamente curado. “Parece que iniciar el ataque con Tiffany fue la decisión correcta. Mucho más fácil que destruir el ego de Jackson. Todos tienen una debilidad mortal. Que interesante. Lynnie... ¿Cuál crees que es mi debilidad?”.
"No tienes ninguna debilidad", respondió Lynn al instante.
Alejandro sonrió y agitó suavemente el vino en su copa. "Estás equivocada, todos tienen una debilidad, al igual que yo. Simplemente no la has notado. Una vez que sepas lo suficiente sobre alguien, lo sabrás".
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