La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 736

El tiempo voló. Pronto vino la noche antes de Pascua — un momento en el que algunas familias se reúnen para disfrutar de una deliciosa y abundante comida. Ante la insistencia de Arianne, Henry el mayordomo y Mary se sentaron a la mesa para cenar junto con ella y Mark.

Para Arianne era importante. Ellos eran su familia, personas que la habían criado desde la infancia.

Como de costumbre, también recibió una suma de dinero de Helen como regalo y algunos buenos deseos bajo el contexto de lejanos himnos de iglesia y ocasionales fuegos artificiales. Con una punzada, se dio cuenta de que la Pascua de este año era diferente de sus iteraciones anteriores. No podía precisar las diferencias exactas, pero se preguntaba si era porque el festival se sentía más acogedor de lo que solía ser.

Después de responder al mensaje de texto de Helen, miró hacia arriba y consideró a Mark. "Me pregunto cómo estará la Abuela", ella se preguntó en voz alta. "No he podido comunicarme con ella desde hace tanto tiempo que estoy empezando a preocuparme. No hay forma de que Zoey y el resto puedan mantener ese acto por tanto tiempo, pero de alguna manera lo lograron esta vez...".

Era uno de los escenarios más temidos de Mark. Por alguna razón, cada festividad le recordaba automáticamente a Arianne a su abuela, lo que lo obligaba a inventar nuevas mentiras para explicarlo de vez en cuando.

"¿No crees que este silencio tiene la mejor implicación? Significa que la Abuelita está viviendo bastante bien y que los Harris la están tratando bien”, mintió.

"Así es", intervino Henry. "No debería preocuparse por eso, señora. Solo concéntrese en cuidar de usted y del bebé. Después de que nazca el niño, tendrá mucha más energía para ocuparse de estos asuntos".

Ella suspiró. "Bien, bien”.

"Después de que nazca el niño" — para entonces sería verano. Por ahora, sin embargo, el cielo seguía generalmente gris con ráfagas blancas danzantes. No importaba lo lejos que mirara, el verano parecía estar tan lejos de su alcance.

Después de la cena, Mark acompañó a su esposa a mirar por la ventana francesa de su habitación para ver el espectáculo de fuegos artificiales. Como el Chalet de Tremont estaba ubicado en un terreno elevado, su posición estratégica ofrecía una vista más amplia de los maravillosos espectáculos aéreos sobre el lejano paisaje urbano.

Arianne no podía decir si su aparente actitud burbujeante era un acto deliberado, pero prefería no explotarlo de ninguna manera. "Oh, eso es un alivio. ¡Pues diviértete! Me iré".

Después de esa llamada, Arianne envió algunos obsequios virtuales a Tiffany y Tanya — en nombre de la festividad, así como un gesto tácito de buenos deseos. Para alguien que estaba atrapada en casa, solo podía hacer esto.

Cuando Arianne se volvió hacia Mark, notó que él también estaba enviando mensajes de texto a sus amigos. Hasta podía escuchar a Eric y Jackson respondiéndole con sus voces.

En ese momento, una tranquila punzada de melancolía se deslizó por su pecho. Mientras Tiffany hablaba con Arianne, Jackson también charlaba con Mark. Su mundo siempre había sido tan, tan pequeño — sin embargo, dos personas, que una vez se amaron, habían eliminado la presencia del otro de sus mundos.