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Mark estaba tan enojado que rompió el vaso en su mano. La costosa alfombra se manchó. “Sigue buscándolos. Necesitas encontrarlos sin importar los medios. Conociéndolos, no serían tan atrevidos como para llevar a cabo tal complot contra nosotros solo por vengarse. El dinero que les di antes debe haberse gastado ya. ¿Cómo se las arreglaron para escapar? Averigualo y ve quién está detrás de ellos, dales órdenes. ¡Excava más hondo! Además, envía dos guardaespaldas al hospital. No dejes que ningún extraño se acerque a Ari".
El Mayordomo Henry miró hacia abajo. Parecía vacilante. Al final, no dijo nada antes de darse la vuelta y salir del estudio.
...
Después de que ella salió del hospital, eran las 9 p.m. Tiffany comió algo casualmente en un puesto de venta ambulante junto a la carretera. Luego, se fue a casa sin prisa. Cuando estaba a punto de abrir la puerta, descubrió que se había olvidado de traer su llave. Llamó a la puerta durante un rato, pero nadie le respondió. Luego llamó a Tanya, pero nadie contestó tampoco.
Por lo general, Tanya no tenía otro lugar adónde ir además de la compañía y su hogar. Ella comenzó a sospechar. Por lo tanto, paró un taxi y fue a la casa de Jackson. Cuando no tenía ningún otro lugar a donde ir, la casa de Jackson ciertamente no era una mala elección. Podría actuar como su refugio temporal.
Cuando Jackson escuchó el golpe, miró por la mirilla. Estaba un poco sorprendido de ver a Tiffany allí. Luego abrió la puerta y bromeó con ella, “¡Oh! ¿Has venido aquí para ofrecerte a mí? Déjame darte una llave. No es necesario que me la devuelvas. De hecho, puedes venir cuando quieras".
Tiffany entró y se acostó en el sofá. Parecía estar pensando en algo mientras miraba la llave que él le entregó. “Te compré este llavero antes. ¿Por qué no lo tiraste? ¿Lo guardaste como recuerdo mío? No me di cuenta de que eres un hombre tan leal y apasionado".
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