La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 846

Tiffany se dio la vuelta mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Jackson la había estado ignorando desde el principio, ¡actuando de manera muy íntima con la novia de su mejor amigo! Unos segundos más tarde, tomó su cartera y le dijo a Arianne: "Ari, todavía tenemos algo de tiempo antes de la cena. Hoy hace buen tiempo. ¿Vamos de compras? Mary puede cuidar el bebé. De todos modos, ya preparaste la leche materna".

Todas las mujeres disfrutaban ir de compras y Arianne no era diferente. Ella fácilmente estuvo de acuerdo. "Buena idea, invita a Tan. Vamos juntas. ¿No condujiste hoy? Tomemos tu coche...".

Antes de que ella pudiera terminar de hablar, Tiffany la corrigió rígidamente. "Ese no es mi coche. Ya es hora de que se lo devuelva a su verdadero propietario. Déjame conducir uno de los coches de tu marido".

La sonrisa de Jackson vaciló. Al haber salido con Tiffany durante mucho tiempo, él todavía estaba muy profundamente consciente de cada vez que Tiffany estaba enojada con él. Ella había estado conduciendo su coche por un tiempo y ahora de repente ella insistía en devolvérselo. Eso ciertamente no sonaba bien...

Arianne pareció haber notado algo y asintió. Subió las escaleras y le pidió a Mark las llaves de uno de sus coches. También se vio obligada a tomar una tarjeta de crédito

Una vez que se fueron, Eric se volvió hacia Jackson y le preguntó: "¿No conduce Tiffany tu coche? ¿Por qué de repente te lo devuelve? Eso me suena un poco raro...".

Jackson bajó la mirada cuando una sonrisa amarga se formó en su rostro. "Dejala ser. Así es ella...".

"¿Pensé que habían roto?". Preguntó Vicky, su pregunta llegó en un mal momento. "¿No es eso normal?".

El rostro de Eric finalmente se volvió frío. “Vicky, algunas cosas es mejor no decir. Ciertos temas son considerados tabú".

Tiffany finalmente sonrió. "¡Justicia! ¡Sabía que él no te amaba por nada!".

Tanya no podía aguantarlo más. "Tiffany... M-más lento... Voy a vomitar...".

Tiffany rápidamente redujo la velocidad del coche. "¿Por qué no lo mencionaste antes? No sabría si no hubieras hablado de eso hace un momento. Tiendo a conducir así cuando estoy de mal humor... Iré más lento la próxima vez".

Arianne bajó la ventana, permitiendo que la suave brisa le acariciara las mejillas. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que sintió tanta libertad. Su ánimo también se había levantado mucho. Sin embargo, ella acababa de salir de casa cuando fue golpeada con una aflicción común entre las madres — extrañaba a su pequeño en casa. "Solo les doy dos horas para comprar. Nos vamos una vez que se acabe el tiempo. Quiero pegarme a mi pequeño Smore. Me temo que no sabe quién es su mamá en este momento. Es más cercano con las enfermeras del hospital que conmigo".