La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 873

La esquina de los labios de Mark tembló un poco. Después de ser paciente durante tanto tiempo, finalmente se le permitió dormir con la mujer que amaba y disfrutar de ella por la noche sin reprimirse, por lo que nada podía ser menos horrible que la perspectiva de dormir solo por el resto de su vida. Sin embargo, al mismo tiempo, frunció el ceño ante la idea de que Arianne saliera a trabajar.

No es que fuera machista o anticuado. Simplemente no quería que su amada sufriera nunca.

Bien, tal vez el otro pequeñísimo factor era que había demasiados hombres que podían enamorarse de su belleza, y Mark no estaba de acuerdo con eso en absoluto.

Arianne no tenía la menor idea de la dirección que habían tomado los pensamientos de Mark. Ella estaba demasiado emocionada por escuchar su respuesta mañana. Naturalmente, estaba segura de que, en última instancia, accedería a su solicitud y le permitiría conseguir un trabajo.

Luego, en la oscuridad, escuchó el inconfundible sonido de un paquete de plástico al abrirse.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de ella. “¿Qué demonios estás haciendo?”.

Rodó sobre su estómago, presionándola debajo de él. “¿Qué más crees que estoy haciendo? ¿Me detendrás? ¿Qué tal esto? Si pudieras ocuparte tanto de las necesidades de nuestro bebé como de las mías, entonces sí, tal vez tengas el valor para trabajar. ¡No vayas por ahí quejándote por estar exhausta para entonces!”.

Arianne se quedó sin habla por la “sorpresa”. De hecho, ella permaneció en silencio incluso mientras él recorría su cuerpo.

Era difícil saber si era deliberado, pero Mark pareció evitar poner freno a sí mismo esta vez. Por lo general, se limitaba a una ronda, pero esta noche siguió y siguió, hasta el punto de que Arianne estaba tan agotada que se quedó dormida en medio de la acción.

Cuando Arianne finalmente despertó de su sueño, ya eran cerca de las once de la mañana. Mark ya se había ido a su compañía. Molesta, agarró su almohada y la golpeó tan fuerte como pudo con los puños como si estuviera golpeando al hombre mismo.

Antes de que se calmara por completo, Mary abrió la puerta con Bombón en brazos y preguntó: “¿Estás despierta, Ari? El Amo Aristotle ha estado llorando. Me parece que extraña a su mamá”.