La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 886

Jackson dejó escapar un suspiro. "Está bien. Me ocuparé de esto yo mismo. Si no hay nada más, tengo que irme".

Arianne frunció el ceño después de la llamada telefónica. "Tiffie se habría vuelto a juntar con Jackson si esto no hubiera sucedido en primer lugar. Su vida es demasiado complicada. ¿Por qué Dios no le da paz?".

Mark le dio unas palmaditas en el hombro. "Si yo fuera Tiffany, nunca le daría a Tanya la satisfacción. De todos modos, volvería con Jackson. Eso le mostrará, déjala ver que sus esfuerzos fueron en vano, absolutamente inútiles".

Arianne estuvo de acuerdo, pero conociendo el temperamento de Tiffany, nunca podría hacerlo. Este escándalo fue otra experiencia traumática. Le entregó Smore a Mark. Cárgalo. Voy a llamar a Tiffie".

Mark miró fijamente a la cosita en sus brazos y murmuró con picardía: “¿Ves eso? Tu mami ya no te quiere. Ella te ha arrojado a mí. Ven a ducharte con papá, ¿de acuerdo?”.

Arianne, que no se había ido muy lejos, se dio la vuelta y le dio una palmada en la espalda. “¿Quién provoca a un bebé así? Solo espera. Espera a que termine mi llamada, luego podrás darte una ducha".

El objetivo de Arianne al llamar a Tiffany era transmitirle la actitud de Jackson en el asunto y destacar que Jackson no tenía iniciativa al respecto. Quería ver a Tiffany y Jackson dar ese último paso juntos al final y no separarse, así como si nada.

Inmediatamente puso su idea en acción. Cuando Mark escuchó el sonido de un coche saliendo del Chalet de Tremont, cargaba a Aristotle en estado de conmoción. "¿Viste eso? Tu mami se escapó y te abandonó conmigo de nuevo. Supongo que va a empezar algo de nuevo...".

Cuando llegaron al piso de abajo del apartamento alquilado por Tanya, Henry, que había llevado a Arianne, recibió un mensaje de Mark. Siguió a Arianne escaleras arriba. Ella tocó la puerta. Cuando Tanya vio a Arianne con Henry también a cuestas, sus ojos brillaron con una pizca de miedo. "¿Por qué estás aquí?".

Arianne entró y se sentó en el sofá. “Toma asiento. Hablemos”.