La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 901

Ella apretó sus dientes y dio dos pasos hacia atrás. "Por favor, no hagas una escena en mi casa. Tus asuntos con Jackson no son de mi incumbencia. Tú querías esto, ¿no es así? Te subiste a la cama con él de buena gana. Te quedaste embarazada de su bebé de buena gana. ¿Él no quiere que tengas el bebé? Eso es entre tú y él. ¿Por qué me pides ayuda? ¿Crees que puedo hacer que él se case contigo, que acepte dejarte tener este bebé? No soy tan generosa. No puedo ayudarte. ¡Por favor, vete!".

Tanya tiró de su falda, negándose a dejarla ir. “Por favor, Tiffany… no tengo familia ni parientes. No conozco a nadie aquí. Estoy sola y no sé qué hacer. Todo es culpa mía, me equivoqué contigo. Golpéame, si eso te hace sentir mejor. Solo quiero que hables con Jackson, hazlo que acepte dejarme tener este hijo. Si aborto a este bebé, nunca podré volver a concebir. Por favor…".

Tiffany no era tonta. Ella no quería ser parte de este lío. Su única preocupación era evitar que Lillian escuchara la conmoción. No podía dejar que Lillian se enterara de esto, o volvería a tener otra pelea con ella. "Levántate. No me atrevería a golpearte, ya que estás embarazada. Sería inhumano de mi parte. No puedo ayudarte. Déjame decirte esto de nuevo, ¡no puedo ayudarte! Puedes hacer lo que quieras, pero primero, ¡sal de mi casa!".

"¿Vas a verme morir, así como así?". Tanya sollozó. “Sí, te jodí. Sí, me merezco morir. Pero el bebé en mi vientre es inocente...".

Tiffany se mordió el labio, rehusándose a hablar. Sabía lo difícil que sería para una mujer llevar un bebé a término. Solo se volvería aún más difícil una vez que naciera el bebé. Tanya estaba sola, sin familia. Ahora que estaba embarazada, no podía conseguir trabajo. Una vez que naciera el bebé, sería aún más difícil conseguir un trabajo. Criar a un hijo no es barato. Dar a luz a este bebé parecía un plan ilógico, sin importar cómo lo mirara. A menos que Tanya dependiera en el nacimiento del niño para vivir una vida sin preocupaciones financieras...

Todos eran adultos. Cuidar de un bebé no era tan fácil como cuidar de una mascota. Ellos no podían ignorar las consecuencias. Tanya estaba jugando con ella como una tonta, tratándola como un escalón.

"¿Quién está ahí fuera? Tiffie, ¿estás en casa?”.

La voz de Lillian gritó de repente.