La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 915

Tanya había introducido una droga en la bebida de Jackson esa noche. Esa era la verdadera razón por la que él había sido completamente noqueado, y por qué era imposible que él hiciera algo, y mucho menos sexo. ¿La sangre en la sábana? Tanya la colocó…

Según el plan de Alejandro, ella tuvo relaciones sexuales con Jett tres veces. El mejor de los casos era embarazar a Tanya y hacer que la concepción pareciera tan realista como fuera posible. Incluso si no lograba embarazarse a tiempo, se suponía que Tanya debía fingir hasta que lo lograra. Hasta el peor de los casos- si Tanya simplemente no podía quedar embarazada- tenía planes de respaldo.

Se alegró mucho y se sintió aliviada cuando tuvo éxito en su embarazo. Pero ahora, mirando hacia atrás, todo lo que había logrado era encadenarse a sí misma con una carga hecha por ella misma.

Por su embarazo, y también porque estaba demasiado avergonzada de seguir trabajando para Eric, Tanya había estado subsistiendo de la mesada de Alejandro después de que dejó su trabajo. Era Alejandro quien pagaba por su sustento, razón por la cual su crueldad conmocionó tanto a la mujer. No esperaba que el hombre fuera directamente tras su vida en el momento en que comenzó a lamentar su elección. Ella subestimó lo desesperado que estaba por salvar su pellejo, ¡lo mortificado que estaba ante la perspectiva de que Tiffany supiera la verdad!

Jett podría haberle advertido sobre su destino, pero Tanya todavía estaba aterrorizada. En medio de su miedo, la única persona en la que pensaba ella podía ir por ayuda era Jackson.

Tanya debía contarle todo antes de pedirle protección.

Sin embargo, antes de que pudiera hacer esta llamada crítica, escuchó un golpe en la puerta, que fue lo suficientemente repentino como para enviarle escalofríos por todo el cuerpo. Con cautela, se arrastró detrás de la puerta y miró por la mirilla.

Para su alivio, era solo Jett. Abrió la puerta de un tirón, olvidando por completo el hecho de que él también era la mano derecha de Alejandro. Dos hombres grandes y musculosos con trajes negros, estilísticamente similares a los de Jett, irrumpieron en la sala de inmediato y agarraron a la pobre Tanya. Antes de que pudiera soltar un grito, uno de ellos le tapó la boca con la mano y la calló.

Jett miró hacia adelante con una leve simpatía parpadeando en sus ojos, sosteniendo su teléfono que estaba transmitiendo en vivo el incidente a Alejandro.

Era la prueba del hombre para Jett. Alejandro sabía que él era un subordinado de Don Smith, el anciano jefe de familia de los Smith, por lo que el primero nunca confió realmente en la promesa de lealtad del segundo. Por eso, poco después de que Jett bajara las escaleras del apartamento, se encontró cara a cara con los dos hombres corpulentos que Alejandro había enviado para cobrar la vida de Tanya. Para protegerse, Jett finalmente decidió abandonar el bienestar de Tanya y llevó a los hombres a su casa.

Las lágrimas que brillaban en los ojos de Tanya magnificaron su súplica desesperada cuando se las lanzó a Jett.