La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 942

La única razón detrás del deseo de Arianne de reparar la Mansión Wynn fue que era el hogar de la infancia de su padre. Por lo tanto, no podía quedarse quieta y ver cómo se desmoronaba lentamente a medida que el paso del tiempo. Sin embargo, también dudaba porque le preocupaba que gastar todo ese dinero en la casa la hiciera parecer un poco inmadura. El dinero de los Tremont no creció en los árboles.

Tampoco estaba dispuesta a venderla. Por la forma en que Henry lo describió, el precio de esta antigua mansión podría ascender a unos pocos cientos de millones. Arianne no necesitaba esa cantidad en su vida, pero la alternativa, gastar una suma igualmente considerable en reparar y mantener esta casa, también parecía una decisión obtusa. Cualquier emprendedor reconocería inmediatamente esto como una inversión sin retorno.

El dilema permaneció en la mente de Arianne de camino a casa. Al final, decidió discutirlo con Mark una vez que regresara del trabajo para ver si tenía mejores ideas.

A varios kilómetros, Jackson West estaba en su oficina, sus ojos fijos en una pila de documentos en su escritorio que había estado leyendo toda la mañana. Mientras tanto, por orden de Amy, Tiffany no había hecho nada digno de mención salvo servir refrescos a Jackson.

Odiaba ser la chica mesera, pero no era como si supiera algo más sobre su trabajo para contribuir en otra parte. Todo el mundo podría verla como "la subdirectora", pero a los ojos de Amy, ella era una tonta que ocupaba una posición tonta, una chiflada a la que le pagaban por no hacer nada y su subordinada directa. Por supuesto, el único lugar adecuado para Tiffany era "cualquier lugar debajo de Amy".

Fue un largo trago de tiempo, pero finalmente llegó la hora del almuerzo. ¡Fue una buena noticia para Tiffany, que lo vio como un respiro de dos horas de los controles de sus superiores!

Cuando la manecilla de la hora dio las doce, Tiffany apartó rápidamente su bolso de su escritorio con rápidos reflejos, lista para irse y mimarse con buena comida. Ni siquiera había salido por la puerta principal cuando Amy la detuvo de repente. "Disculpe, Señorita Lane, pero ¿adónde cree que va? El Sr. West está invitando a todos a almorzar, y por todos, me refiero a todos".

Tiffany se detuvo en seco. “¿Puede darle mis excusas por favor? Quiero decir, no es como si hubiera un mandamiento que diga 'asistirás al almuerzo cuando te invite otra persona', ¿verdad?".

Amy la miró de la misma manera que lo haría con un idiota. “¿De verdad asumiste que este era un almuerzo genuino? Dios, es una reunión disfrazada, querida. ¿Qué estabas pensando?".

Desperdicio el mayor tiempo posible mientras estaba en el baño, claramente haciendo una apuesta por el momento en que finalmente se serviría la comida. El baño era prácticamente la mejor coartada que podía aprovechar para evitar escuchar a un montón de gente debatiendo.

De repente, Amy entró al baño y dijo expectante: “¡Ja! Sabía que te estabas escondiendo aquí".

Tiffany sonrió avergonzada. "Oh sí. Me pillaste con las manos en la masa, Amy. Ya me conoces, odio escuchar a la gente quejarse de cosas que no entiendo en absoluto. Soy nueva aquí, sabes, ¿y las cosas que dicen? Me hace sentir como si estuviera viviendo entre marcianos... Vamos, déjame tener este pequeño momento de tranquilidad, ¿por favor?”.

Al contrario de su comportamiento habitual, Amy sonrió. "En serio, Tiffany, ¿no se supone que debes aprovechar esta oportunidad para aprender algo en lugar de evadir el trabajo nuevamente? Ja, realmente solo estás aquí a través de conexiones. Sea franca, usted y el Sr. West... se conocen mucho tiempo atrás, ¿no es así? Puedo notarlo, sabes".