La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 967

Jett hizo una pausa. “Pero… me temo que el Amo Smith puede venir aquí y visitarlo si esto continúa…”.

Los ojos de Alejandro se abrieron de golpe. “¿Estás diciendo… que el anciano podría hacer un viaje, hasta aquí para verme? Parece que su enfermedad no es tan mala después de todo. Probablemente sobrevivirá unos años más entonces. Esto es tan irritante… ¿Tienes miedo de que se dé cuenta de que no soy el verdadero Alejandro? En realidad… ¿No sería lo más despiadado descubrir la desaparición del último heredero de la fortuna de los Smith?”.

Jett tenía demasiado miedo de ampliar el tema. Sabía que el Alejandro real probablemente estaba muerto cuando comenzó a sospechar de este Alejandro. Ahora tenía la confirmación.

Jett se sintió desconfiado cuando Alejandro mencionó las palabras “él probablemente sobrevivirá unos años más entonces. Esto es tan irritante”. Esto se debía a que Summer había estado trabajando duro para que Tiffany y Jackson volvieran a estar juntos, por lo que Alejandro había planeado un accidente automovilístico. No puso en peligro la vida, pero la advertencia parecía demasiado amenazante. Le preocupaba que Alejandro pudiera levantarse audazmente contra el Amo Smith…

Este asunto era demasiado delicado. Un desliz de la lengua y perdería la vida. Cuanto más lo consideraba, más sentía que sería mejor mantener la boca cerrada.

Sabiendo que Jett estaba decidido a guardar silencio, Alejandro perdió el interés y cambió de tema. “Pon el plan para el aborto espontáneo de Tiffany en espera. He cambiado de opinión. Teníamos a Tanya anteriormente, por lo que no podíamos usar a Lynn en ese momento. Ahora, creo que es hora de usarla. Pídele a ella que se comunique con Jackson nuevamente. En cuanto al feto de Tiffany… Déjalo seguir vivo, por ahora”.

Puede que Jett no entienda qué le hizo cambiar de opinión, pero secretamente dejó escapar un suspiro de alivio. Se había sentido incómodo con el asunto desde el principio. “Está bien, le enviaré un mensaje”.

Para cuando Mark regresó al Chalet de Tremont, Arianne ya estaba despierta. Al ver la mirada hosca en el rostro de él, ella se acercó a él y le preguntó: “¿A dónde fuiste con el bebé? ¿Quién te ha molestado?”.

Él puso a Aristotle en los brazos de ella. “Está bien. Tengo algunos asuntos que atender en la oficina. Volveré a casa cuando estén listos. ¿Por qué no duermes un poco más?”.

Mary asintió. Ella entendió. “Ve. El Sr. Tremont solo te escucha a ti. Se veía tan malhumorado de camino a casa que tuve demasiado miedo de consolarlo”.

Arianne encontró a Mark sentado en la silla frente a las ventanas francesas cuando entró al dormitorio. Estaba descansando, luciendo muy indolente. En el pasado, también sostenía un cigarrillo entre los dedos.

Ella caminó hacia él y lo rodeó con los brazos por detrás. Luego, colocó su mejilla contra la de él. “¿Qué ocurre? Puedes decirme si algo te molesta. No lo guardes todo. Ya dejaste de fumar por mí. No hay nada más que te alivie”.

Él giró la cara hacia un lado y la acarició. “Está bien. Solo problemas en el trabajo. Tampoco quiero preocuparte”.