La Reina Top tras su Renacimiento romance Capítulo 33

En el coche.

El abuelo Mora miró a Vanessa y le dijo: "Vanessa, te debo una, nena. Si no hubiera sido por ti, a estas alturas ya estaría estirando la pata".

"Abuelo Mora, con todas las batallas que ha enfrentado en su vida, está claro que va a vivir cien años". Vanessa guiñó un ojo.

A nadie le desagrada recibir elogios, y el abuelo Mora no era la excepción, así que no pudo evitar reírse a carcajadas.

"Eres una chica única, nada que ver con lo que dicen por ahí".

La reputación de Vanessa en Montebello no era precisamente la mejor.

No había mucho que hacer al respecto, considerando que su madre se había casado con alguien que estaba por debajo de su estatus social y, encima, había quedado embarazada antes de la boda. Eso había hecho que la gente mirara a Vanessa con desdén.

Pero las grandes familias sólo se atrevían a hablar a sus espaldas porque tanto el abuelo Santos como Enrique eran muy protectores con los suyos, y no hay que olvidarse de Ramón, aquel mocoso. Si alguien se atreviera a decir algo malo de Vanessa, los tres serían capaces de romperle la cabeza a golpes.

Para agradecerle, el abuelo Mora la invitó a comer. De camino, Vanessa le tomó el pulso de nuevo.

"Abuelo Mora, tiene unas lesiones internas serias. Cuando el tiempo se pone nublado, le deben doler todos los huesos. Le voy a preparar un par de remedios para que se los tome tres veces al día. En menos de dos semanas, va a estar como nuevo".

Incluso Rafael, que estaba al volante, no pudo evitar mirar hacia atrás.

El anciano llevaba años tratando con heridas de guerra y, a pesar de haber consultado a innumerables médicos y tomado más medicinas de las que podía contar, nunca mejoró.

Pero Vanessa, esa jovencita, dijo que en menos de dos semanas lo tendría completamente curado.

Nadie dudó de su palabra. Si había sido capaz de traer al abuelo Mora de vuelta de las puertas de la muerte con un par de agujas, eso ya demostraba su habilidad médica.

El abuelo Mora también se emocionó. El mayor logro de su visita era haber conocido a Vanessa.

¡Esa tal médica Sake, que se creía tanto, en su opinión no era nada comparado con Vanessa!

¡El talento médico de Vanessa podría dejarla en ridículo!

...

Alma se estaba preparando para ir a ver a su maestro para discutir sobre el contenido de su pintura para el festival de arte, pero la detuvieron en el camino.

"¡Alma, por favor, ayúdanos con nuestra Elodia!".

Celestina lloraba desconsoladamente, realmente no tenía otra opción más que pedirle ayuda a Alma.

Cuando Alejandra recibió la llamada, estaba en pleno SPA, y al escuchar lo que Alma le dijo, frunció el ceño.

¿Otra vez esa Vanessa?

"Bueno, entiendo, todo ha sido un malentendido, voy a arreglar las cosas para que Vanessa haga las paces".

Alejandra ni siquiera preguntó qué había pasado, fue directa al grano.

La verdad era que no le importaba mucho la familia Corona, pero ahora que el abuelo Mora se había mudado con ellos, la cosa cambió.

La familia Mora era la cabeza de los clanes de Montebello y no se podía ofender.

En cuanto a esa Vanessa, siempre había sido una fuente de problemas, y esta vez, seguro que había sido ella quien había armado el escándalo.

"No se preocupe, señora, Elodia estará bien". Alma guardó el celular en el bolsillo de su ropa y le dijo a Celestina con una sonrisa.

No era que realmente quisiera ayudar a Elodia, sino que estaba jugando un juego contra Vanessa a propósito, quería mostrarle que con una sola palabra suya podría deshacerla.

Al saber que su hija estaría a salvo, Celestina finalmente respiró aliviada y se sintió muy agradecida con Alma.