Matrimonio de primera romance Capítulo 517

Cuando Delfino Dominguez escuchó las palabras de Yadira Jimenez, hizo muecas y seguidamente sacó el móvil. Ante ellas, estaba buscando algo en el móvil, después reprodujo un audio.

-Cásate conmigo, ¿vale?

-Vale…

La voz de él era extremadamente cariñosa y suave, pero Yadira lo reconoció y estaba segura de que esa era la voz de Delfino, y en cuanto a la voz seductora de atrás…

En el rostro de Yadira apareció una cierta incomodidad, miró a Delfino que la estaba observando fijamente y miró de nuevo a su móvil.

Pero, según la capacidad de observación de Delfino, cómo no iba a prever que ella quería quitarle el móvil. De modo que esquivó su mano fácilmente y se lo guardó en el bolsillo.

Después, le preguntó sin prisas, -¿Lo has escuchado?

Ella apretó la mandíbula y dijo, -¡No sirve de nada!

Delfino simplemente preguntó, -¿Acaso eso no lo has dicho tú misma?

Yadira se quedó sin palabras, ya que aquella voz era de ella, y aquellas palabras también fueron de ella. Pero bajo la situación de anoche, ella ni si quiera había escuchado bien lo que él preguntó, tampoco estaba respondiendo a su pregunta.

Yadira se mordió los labios y le dijo, -¡Sinvergüenza!

-Di lo que quieras, de todos modos, lo has dicho tú -Delfino no solo no se enfadó, sino que incluso se atrevió a acercarse y darle un beso.

Yadira giró la cabeza, y dejó una torta sobre su frente y empujó su cabeza hacia atrás.

-¡Ahora no quiero ni verte!

Él sonrió suavemente, -No pasa nada, de cualquier forma, a partir de hoy nos veremos todos los días.

En ese momento, sonó el timbre de la puerta.

-Voy a abrirla -Delfino se levantó y lo hizo voluntariamente.

Cuando Yadira salió de la habitación, vio que estaba poniendo en la mesa la comida, sobre el paquete aparecía el logo del Club Dorado.

Lo más posible era que él hubiera llamado para que trajeran el desayuno.

Delfino escuchó pasos, giró la cabeza para mirarla y dijo, -A desayunar.

Ella se acercó y se sentó silenciosamente. Durante el desayuno, Yadira apenas habló.

En cambio, Delfino raramente estaba siendo hablador, de vez en cuando le decía algo. Aunque Yadira se hacía la sorda, pero en realidad estaba escuchando todas sus palabras.

-Ya he mandado a Xulio para que lo prepare, en estos días estará todo organizado, y ve a elegir un vestido de boda en el momento adecuado.

-Si quieres que te acompañe la señorita Noela, también puedes…

La actitud de Yadira era fría todo el rato, pero Delfino seguía hablándole de eso sin parar.

Yadira por fin pudo llamar a Noela después de que terminaran de desayudar y Delfino se marchara.

-¿Estás bien Yadira? ¿Por qué no cogías el teléfono? -la voz de Noela resonaba, y sin duda la estaba llamando en un lugar espacioso.

Yadira le preguntó, -¿Dónde estás?

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