Mi Esposa Astuta romance Capítulo 323

—Genial, por fin puedo estar tranquilo, siempre pensé que habías fallecido.

—Es increíble que hayas podido llegar a este punto por Lorenzo, usando tu propia vida por su vida.

—Había ido a buscar a mi padre, pero siempre... Busqué frenéticamente para saber dónde estabas, pero lo hice en vano. Simplemente pensé que, mientras me permitieran volver a encontrarme contigo, no escatimaría esfuerzos para salvar la tuya, aunque yo perdiera la vida, al igual que tú fuiste sin miedo y vacilación a salvar a Lorenzo. Así que, ¿te lo crees? Nunca he tenido celos de nadie, y tú realmente abadonaste tu vida por Lorenzo, ¡sabes cuánto me duele en el corazón!

Daniel abrazó con fuerza a Camila, su voz era ronca y todo su cuerpo temblaba incontroladamente porque ella apreció ante sus ojos.

Camila sintió el temblor de Daniel y la rodeó con fuerza con sus brazos, como si temiera que se desvaneciera en el aire, y se negó a soltarla de nuevo sin importar nada.

—Daniel, no te preocupes, ahora me he recuperado como antes, mi cuerpo está incluso mejor que antes, y lo venenoso de Loto de tinta ha desaparecido.

El comportamiento de Daniel comovió Camila. Era bueno tener un viejo amigo que siempre se preocupaba por ella, por no hablar de que se trataba de un chico frío y tranquilo como Daniel, que sorprendentemente nunca había renunciado a buscarla.

No muy lejos, un Rolls Royce, aparcado en las sombras, el hombre sentado en el asiento del conductor, sin moverse, miraba la escena no muy lejos.

Era Lorenzo.

No podía dormir, así que se levantó y condujo para recoger a Camila, temiendo que le pudiera ocurrir un accidente a Camila en una noche tan avanzada.

Pero en cuanto el coche se detuvo, Lorenzo vio la escena no muy lejana a través de la ventanilla del coche.

Daniel tomó a Camila en sus brazos, y los dedos de Lorenzo golpeaban el volante.

¿Cuándo conoció Daniel a Camila?

¡Parecía que conocía muy bien a Camila!

Era su hermano menor, que era muy orgulloso como él. Y las chicas que lo cortejaban podían hacer una larga fila, pero él nunca había mirado a ninguna de ellas.

Podía ser tan arrogante que ni siquiera prestaba atención la enorme fortuna de la familia Cambeiro.

Por ello, no había tenido ni una sola novia hasta ahora.

Un hombre tan frío y arrogante abrazaba ahora a Camila con tanta fuerza, como si tuviera miedo de que ella desapareciera, tratándola como un tesoro.

Y Camila fue extremadamente paciente al persuadir a Daniel.

Las comisuras de los labios de Lorenzo se crisparon ligeramente, sonriendo horriblemente. Seguía preocupado por la seguridad de Camila, no esperaba que ya tuviera protector, no era de extrañar que se negara a volver a casa tan tarde.

«Camila, ¡Puedo conocerte más bien!»

Era sorprendente la cantidad de pretendientes que ella tenía, incluso su propio hermano estaba incluido, por no hablar de otros hombres.

¿Qué pasaba con él mismo?

¿Cuál era su posición a los ojos de Camila?

Los ojos de Lorenzo se volvieron aterradores, como un Satanás saliendo del infierno, todo su ser exudaba un aura sombría.

Había estado bien durante tantos años, pero fue Camila quien tuvo que inmiscuirse en su vida, perturbando la tranquilidad de su corazón, y lo había abandonado.

Lorenzo sintió que su comportamiento de esta noche era como una gran broma.

En el futuro...

No habría más futuro.

Pensando en esto, Lorenzo pisó el acelerador y el Rolls Royce Phantom desapareció completamente a los ojos de la gente.

En el otro lado.

—Camila, no me has mentido, ¿verdad?

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