Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1132

Amelia quedó sin palabras.

Parecía que nunca había prestado atención a esta pregunta, e incluso rara vez tenía la intención de usar su cámara para capturar momentos de su vida, solo cuando salía con Serena, entonces recordaba sacar la cámara para tomarle fotos a Serena.

Cuando estaba sola, simplemente no tenía esa intención.

"Quizás es porque normalmente estoy muy ocupada."

Dijo Amelia.

Dorian sonrió, pero no continuó la conversación. En cambio, sacó su teléfono, pasó un brazo alrededor del cuello de Amelia y la atrajo hacia él.

"¿Qué haces?"

Amelia lo miró sorprendida.

"Tomar una foto." Dijo Dorian, acercando su rostro al de ella.

Amelia: "…"

Ella sintió una sensación extrañamente inquietante.

Siempre pensó que tomar selfies era algo que no encajaba en el mundo de Dorian.

Nunca lo había visto tomar una foto, mucho menos un selfie.

Incluso no tenían fotos de su boda en casa.

"¿Cómo se te ocurrió tomar una foto?"

Al ver a Dorian tan cerca en la pantalla del teléfono, Amelia no pudo evitar preguntar, incluso intentó empujarlo.

Siempre sintió que esta cercanía con Dorian era extrañamente inusual.

"No tenemos una foto juntos."

Dijo Dorian, aparte de la foto de matrimonio que tomaron juntos en el registro civil.

Él no amaba tomar fotos, ella tampoco, así que no tenían ni siquiera una foto casual juntos.

Amelia echó un vistazo a las dos cabezas juntas en la pantalla del teléfono.

"Creo que es normal que no tengamos fotos juntos."

Dorian la miró y dijo.

Amelia asintió sin pensar: "Claro."

Y luego preguntó confundida: "¿No es Playa Oro una playa privada? ¿Cómo terminamos haciendo la construcción de equipo allí?"

"Es la playa de la empresa." Dijo Dorian, "De todos modos está desocupada, así que considéralo un beneficio temporal para los empleados."

Amelia sonrió: "Tiene sentido."

Dorian también sonrió, pero no dijo más.

Ambos disfrutaron mucho de ese almuerzo, completamente diferente de sus habituales interacciones rígidas.

Después del almuerzo, Dorian llevó a Amelia a casa a descansar.

No volvió a la empresa, sino que fue a la playa de Playa Oro, echó un vistazo al lugar y llamó a Yael para asegurarse de que las tareas que había asignado esa mañana se completaran pronto.

De camino de regreso a la empresa, pasó por el complejo residencial donde él y Amelia tenían su casa matrimonial.

El complejo era tan tranquilo y apartado como siempre, la mano de Dorian sobre el volante se detuvo por un momento, dudando, luego giró parcialmente el volante, dirigiendo el coche hacia el complejo.