Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1227

Amelia no estaba muy segura, trataba de recordar si alguien le había mencionado a esas personas antes del incidente, pero antes de que pudiera recordar, se escuchó un golpe en la puerta de la cabina y la puerta cerrada se abrió.

Un hombre y una mujer, ambos terapeutas, entraron al mismo tiempo, se presentaron cortésmente y saludaron.

La terapeuta femenina, efectivamente, se llamaba Cristina.

Amelia la observó discretamente. Parecía tener unos treinta años, era algo delgada y su expresión era tímida, como si fuera una persona introvertida.

Una vez que terminó de presentarse según el protocolo, comenzó a darle un masaje en los pies a Amelia con mucho esmero, sin hablar mucho, lo cual era diferente a los que Amelia había encontrado antes. Aunque Amelia iniciara una conversación, ella solo respondía brevemente y no continuaba.

Dorian observaba a Cristina discretamente, y mientras ella aplicaba ventosas en los pies de Amelia con habilidad, comenzó a charlar: "¿Cuántos años llevan en este negocio? Sus técnicas parecen muy experimentadas."

"Gracias por el reconocimiento, llevo alrededor de cuatro o cinco años," dijo sonriendo el terapeuta masculino que le daba un masaje a Dorian.

Dorian preguntó: "¿Siempre has trabajado aquí?"

"Sí, empecé aquí desde aprendiz," respondió el terapeuta masculino con una sonrisa, "Cristina llegó un poco después que yo, vino hace un par de años. Antes trabajaba en Bariloche."

Amelia miró a Cristina con sorpresa: "¿Oh, también trabajaste en Bariloche? Yo también estuve en Bariloche hace algunos años, y solo regresé hace un par de años. ¿Allí también hacías masajes en los pies?"

Cristina, al ser mencionada, no tuvo más remedio que unirse a la conversación, asintiendo: "Sí, hacía masajes en los pies en Bariloche, pero estaba muy lejos de casa. Mis hijos están en mi ciudad natal y solo los veía unas pocas veces al año, por eso decidí regresar a Maristela."

Amelia se mostró aún más sorprendida: "¿Tienes hijos? No lo habría adivinado. Pensé que no estabas casada."

Cristina claramente también disfrutaba de este tipo de cumplidos, sonrió tímidamente: "Sí, me casé bastante joven, tengo dos hijos, el mayor ya está en la primaria."