Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 816

"¿Ella se fue?", preguntó Dorian.

Amelia asintió con la cabeza: "Sí, se fue en su auto."

Dorian asintió también, sin hacer más preguntas.

"Hoy ha sido un día de locos, quién iba a decir que saliendo a comer con Rosalinda nos íbamos a encontrar contigo y Elvia." Al decir esto, Amelia no pudo evitar girarse hacia él, "Por cierto, ¿cómo es que estabas con Elvia? ¿No fue Rafael quien la invitó? ¿Te encontraste con Rafael?" Ella adivinó la razón de inmediato.

Dorian asintió, sin ocultárselo: "Sí, fui a ver a Rafael."

"¿Para qué lo fuiste a ver?" No lo entendía.

"Es una cosa de hombres," Dorian la miró, "No tienes por qué preocuparte. Además, necesitaba ver a Elvia para evitar que tú estuvieras haciendo cosas sin sentido."

Amelia replicó: "¿Tenía que ser tan directo?", murmuró, incapaz de contenerse.

Dorian soltó una risa ligera y aprovechando un semáforo en rojo, extendió su mano para acariciarle la cabeza de manera tranquilizadora.

"Sé que te preocupas por mí, ¿por qué no terminar con esa preocupación lo antes posible?", dijo suavemente.

Y de hecho, la situación se resolvió bastante rápido, en solo un día la posición de Dorian y Alejandro cambió drásticamente, pasando de una postura pasiva a una activa.

"Parece que el señor Yael realmente no te conoce bien." Amelia no pudo evitar comentar.

"¿Acaso tú sí?" Dorian la miró de reojo y dijo, viendo que el semáforo cambiaba a verde y comenzando a manejar nuevamente.

"He perdido la memoria." Amelia no pudo evitar decirlo, encontrando por primera vez que esa excusa era útil.

Dorian la miró sonriente: "Esa sí que es una buena excusa."

"Es la verdad.", murmuró Amelia, recordando cómo Dorian había colgado directamente la llamada de Miranda sin más, sintiéndose algo culpable. Estaba a punto de encender su teléfono para devolverle la llamada y tranquilizarla cuando Dorian le detuvo, "No lo enciendas."

Al regresar, aunque vio su antiguo teléfono, ya no funcionaba bien después de haberse mojado, así que no lo volvió a usar. Pensando que este era nuevo, no vio la necesidad de cambiarlo y simplemente trasladó los datos de su antiguo teléfono a este y continuó usándolo.

"¿Sospechas que el teléfono tiene algún dispositivo de rastreo?", preguntó Amelia, frunciendo el ceño.

Dorian asintió ligeramente: "De otra manera, no se explican todas estas coincidencias."

Al decir eso, notó una tienda de reparación de teléfonos al lado del camino.

Dorian giró el volante para aparcar el auto al lado del camino y junto con Amelia, se dirigió hacia la tienda de reparación de teléfonos.

Encendió el teléfono y luego lo pasó al técnico de la tienda: "Por favor, podrías revisar si este teléfono tiene algún dispositivo de rastreo instalado."

El técnico tomó el teléfono y rápidamente lo revisó. "De hecho, tiene un software de localización instalado," dijo el técnico, devolviéndole el teléfono a Dorian.