Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 827

Al verla mirar hacia él, le extendió una mano, señalándole que se acercara.

Caminó hacia él, mientras preguntaba confundida: "¿Qué pasa con el Sr. Yael? ¿Por qué se fue tan apresurado, tiene algún asunto urgente?"

"Parece que sí."

Dorian respondió con voz tranquila, lanzando una mirada hacia la dirección donde su asistente había desaparecido, antes de volver su atención hacia Amelia, que ya estaba frente a él. "¿Por qué viniste?", preguntó.

"Solo... estaba desocupada y quería venir a ver." Amelia respondió, ya que había gente en la oficina, no se atrevió a decir directamente que lo extrañaba.

Una sonrisa se dibujó en los ojos oscuros de Dorian, mientras levantaba su mano para revolverle el cabello, su voz se tornó más ronca: "Vamos a la oficina."

Ella asintió ligeramente, sin atreverse a mirar hacia atrás, sentía claramente varias miradas curiosas posándose sobre ella.

"Vamos." Dorian dijo con voz ronca, poniendo su mano en el hombro de ella y empujándola suavemente hacia la oficina, mientras la otra mano cerrada la puerta, un "clack" sonoro se escuchó cuando la puerta de la oficina se cerró con firmeza, seguido por el sonido de la cerradura.

Amelia se volteó hacia Dorian confundida, pero su brazo ya había sido tomado por él, y fue girada dando una vuelta, quedando apoyada contra la puerta, por lo que se asustó e intentó empujarlo.

"Estamos en la oficina.", le recordó en voz baja.

"La puerta está cerrada.", la voz de Dorian también se redujo, bajando la cabeza hacia ella, mirándola a los ojos con una voz ronca, preguntándole, "¿Por qué quisiste venir a verme de repente?"

Mirando esos ojos profundos y seductores, a pesar de sentirse un poco avergonzada, bajo su mirada insinuante, Amelia no pudo evitar levantar la vista y mirarlo directamente, bajando la voz para decirle: "Te extrañé."

La sonrisa en los ojos oscuros de Dorian se intensificó.

Amelia se sintió aún más avergonzada y justo cuando estaba a punto de desviar la mirada, él bajó la cabeza y la besó.

"Pero eso no significa que debamos hacerlo aquí", murmuró Amelia, con la respiración más agitada, casi completamente perdida en la ambigüedad de sus respiraciones entrelazadas.

Dorian se rio ante su comentario, mordiéndole el labio una vez más.

"Yo me encargaré de controlarlo." Dijo, y al mirarla de nuevo, la besó con más fuerza.

Esta vez no le dio la oportunidad de distraerse, su lengua tomó la iniciativa, dominando completamente.

Amelia rápidamente se vio superada, instintivamente rodeó su cuello con más urgencia para corresponder al beso, sin darse cuenta de que su iniciativa estaba derribando la racionalidad de Dorian. Sus manos entrelazadas se apretaron repentinamente y la otra mano de Dorian también se hundió en su cabello, sosteniendo su nuca para acercar aún más su rostro al suyo, convirtiendo el placer desenfrenado en una conquista incontrolable.

En medio de una respiración cada vez más pesada y un entrelazamiento de besos, Amelia fue empujada hacia el sofá más cercano.