Mi Frío Exmarido romance Capítulo 828

El desajuste de sus cuerpos hizo que Amelia volviera en sí por un momento y rápidamente empujó a Dorian. "Contrólate un poco." Ella le recordó, jadeante, "Estamos en la oficina."

"Hay una sala de descanso aquí." Dijo Dorian con su voz aún ronca, sin soltarla, continuando el beso con cierta reluctancia a terminar.

Anteriormente, como pasaba la mayor parte del tiempo en la empresa trabajando, había hecho que se acondicionara una pequeña sala de descanso en la oficina, con una cama y un baño, para facilitar el descanso al mediodía o recargar energías durante las horas extra. Pero desde que Amelia volvió con Serena, la frecuencia de uso de la sala de descanso había disminuido drásticamente.

Por las noches, casi no se quedaba hasta tarde trabajando y raramente tomaba siestas al mediodía, terminando su trabajo durante el almuerzo, por lo que la sala de descanso ahora estaba casi sin uso.

Al oírlo, Amelia no pudo evitar abrir los ojos de par en par. "¿De verdad quieres hacerlo aquí?" No pudo evitar murmurar, mientras se dejaba llevar por el deseo, también reacia a detenerse. Mientras se besaban intermitentemente, encontró el momento para susurrarle, "En pleno día y en la oficina, no tienes vergüenza, pero yo sí."

Una risa baja se escuchó entre sus respiraciones entrelazadas y los sonidos de sus besos.

Dorian le acercó más su rostro y sin detener sus besos, le dijo con voz ronca: "Es que viniste a seducirme."

"Claramente eres tú el que tiene la mente llena de pensamientos impuros." Amelia murmuró mientras lo abrazaba más fuerte, "Solo vine a verte, claramente fuiste tú quien me sedujo."

"Mmm." Dorian murmuró vagamente, admitiendo que la había seducido. Ya casi no podía contenerse y no quería hacerlo. Cuando sus dedos se tensaron entre su cabello, sus besos se intensificaron una vez más y su otra mano casi sin control rodeó su cintura.

El cuerpo de Amelia se curvó en un hermoso arco. A pesar de que ella también se sentía tentada por sus avances, todavía luchaba por detener sus manos. "No aquí."

Su respiración era inestable, mientras lo detenía y al mismo tiempo, se encontraba luchando por no responder a sus besos.

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