Dorian acababa de terminar una reunión y, al volver a su oficina, apenas había dejado los documentos sobre el escritorio cuando escuchó la notificación de WhatsApp en su teléfono.
Instintivamente, tomó el teléfono y echó un rápido vistazo a la pantalla, donde vio que Amelia le había enviado un mensaje por WhatsApp.
Al abrirlo, lo primero que vio fue una foto tomada apresuradamente, sin ningún cuidado por la composición o el encuadre, incluso algo borrosa.
Pero, a pesar de que gran parte del fondo estaba desenfocado, Dorian pudo reconocer de inmediato que se trataba del camino que lleva a la villa de la familia Sabín. Frunció el ceño y rápidamente abrió el mensaje de voz, escuchando la voz tierna de Serena preguntando.
Dorian no dudó en devolver la llamada con una videollamada.
Amelia aún tenía el teléfono en manos de Serena.
Al ver que Dorian devolvía la llamada, ella se emocionó y rápidamente tocó para contestar, pero al ser tan pequeña, todavía no entendía cómo enfocar la cámara hacia sí misma. Después de intentarlo sin éxito durante un rato y no ver ni su rostro ni el de su papá en la pantalla, se impacientó y llamó: "Papá".
"Sí."
Dorian le respondió y le preguntó: "¿Dónde está tu mamá?"
"Mamá está a mi lado." Serena dijo, alzando la mirada hacia Amelia.
Amelia estaba mirando absorta el paisaje de la calle.
Amelia asintió: "Sí, hacía varios días que no la sacaba, así que decidí llevarla a pasear."
Luego le preguntó: "¿Por qué llamaste de repente?"
"Serena tomó una foto y me preguntó dónde era." Dorian explicó, "Justo acababa de terminar una reunión, y no tengo mucho que hacer ahora."
Fue entonces cuando Amelia notó la foto que Serena había enviado.
Había visto cómo Serena jugaba a tomar fotos y hablarle al teléfono como si fuera una adulta, pero solo pensó que estaba imitando a los mayores y no le impidió jugar con él. Considerando que aún era muy pequeña y siguiendo las recomendaciones del médico de no dejarla descubrir las distracciones del móvil demasiado pronto, no se molestó en enseñarle a usarlo. Su atención no estaba completamente en el teléfono y Marta también estaba allí cuidándola, así que no imaginó que Serena realmente lograría tomar una foto y enviarla exitosamente a Dorian.

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