¿Mi hijo es tuyo? romance Capítulo 132

Sin embargo, Helen se distrajo por la figura alta que apareció detrás de Anastasia. Ella observó cómo Elías atravesó la multitud y caminó hacia Anastasia y una mirada de resentimiento apareció en sus ojos. Luego, puso su copa de vino a un lado antes de seguir a Elías. Ella quería saber por qué iba detrás de Anastasia. Anastasia acababa de salir del salón cuando escuchó la voz helada de un hombre llamándola.

—Alto ahí.

Anastasia se giró por instinto y vio a Elías caminando hacia ella. Lucía como un príncipe debajo de la luz tenue y su mirada helada estaba fija en ella mientras hablaba con un tono interrogatorio.

—¿De verdad aceptaste la propuesta de Miguel?

Por un momento, Anastasia estaba demasiado sorprendida para decir algo.

«La propuesta de matrimonio causó una conmoción, así que Elías debió haberlo visto también. Como sea. No tengo ganas de explicarle nada»

—Es asunto mío —dijo Anastasia mientras presionaba el botón del elevador.

En ese momento, solo había algunos meseros parados en la entrada principal. Ninguno de los invitados estaba cerca de ellos. Elías entrecerró los ojos y lucía como si ya no pudiera contener sus emociones. De pronto, tomó el brazo de Anastasia y la llevó hacia un camino que llevaba al balcón. Anastasia no podía competir con su fuerza, así que caminó tambaleándose hacia donde la estaba llevando. Solo podía gritar y agitar sus brazos con furia.

—¡Suéltame, Elías!

Sin embargo, el hombre no parecía importarle ni un poco y solo la llevó hacia un balcón vació que tenía todo tipo de plantas costosas. Parecía un jardín del que nadie sabía. Anastasia intentó tomar aire mientras arrojaba sus brazos a todos lados. Elías la empujó hacia una esquina antes de inclinar su cabeza hacia ella. Luego, se miraron a los ojos y sus rostros estaban lo suficientemente cerca para que la punta de sus narices se tocaran. Cuando Anastasia sintió su aliento caliente en su rostro, lo empujó furiosa antes de regañarlo en voz baja.

—¿Ya terminaste de jugar, Elías?

—¿Aceptaste la propuesta de Miguel? ¿Te vas a casar con él?

La pregunta de Elías sonó un poco gentil, pero había un toque helado en su tono. Si ella le decía que había aceptado, se iba a volver loco.

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