¿Mi hijo es tuyo? romance Capítulo 35

Anastasia dejó de reírse y miró a su hijo seriamente. ―Alejandro, no hay que buscar a papi, ¿de acuerdo? Mamá puede criarte sola.

―El abuelo dijo que no es correcto que mi papi evite tomar responsabilidad. Él tiene que ser responsable contigo y conmigo―dijo el pequeño niño con una expresión adulta. Anastasia se quedó sin palabras, ¿Por qué su padre hablaba sobre esas cosas con su hijo?

―El abuelo dijo que él se hará viejo y algún día el ya no será capaza de cuidarnos.

Ella podía sentir las lágrimas venir. Su padre estaba preocupado de que se hiciera viejo y se debilitaría, por lo que sería incapaz de cuidar de ella y su hijo. Trató de suprimir las lágrimas mientras respondía:―Sé bueno, Alejandro. Me haré fuerte y cuidaré de ambos.

―Está bien. Yo también creceré rápido y seré muy alto, así podre cuidar de mami y del abuelo―. Con eso, el niño pequeño continúo devorando su cena. El corazón de Anastasia se suavizó con sus palabras. Su hijo lo era todo para ella, así que definitivamente deberá construir un ambiente de protección para él.

El siguiente día era el sábado. Era temprano en la mañana y pensó que no tendría que ir a trabajar, pero entonces recibió una llamada de Fernanda.

―Anastasia, ¿Por qué no estás aquí para las horas extras?

―¿Tengo que hacerlo?―. Anastasia se puso de pie con una mano en su frente mientras preguntaba. ¿Por qué era necesario trabajar horas extras cuando eran una compañía local?

―Porque vamos a hacer un nuevo lanzamiento. Es una costumbre trabajar horas extras durante están semanas. ¡Ven aquí pronto!

―En ese caso… ¿Puedo llevar a mi hijo a la oficina?―Anastasia preguntó apresuradamente.

―Está bien, claro. ― Fernanda estuvo de acuerdo, ya que sabía que Anastasia era madre soltera.

Anastasia despertó a su hijo inmediatamente con besos y le dijo:―Alejandro, vámonos. Ven conmigo a la oficina para trabajar horas extras.

El pequeño parecía estar aún medio dormido, pero asintió con la cabeza de todas maneras. Ella condujo a su hijo escaleras abajo y llamó a un taxi para ir a la oficina. Había comprado un poco de pan para el camino como desayuno y ya eran las 9:50 de la mañana cuando llegó a la compañía. Gabriela estaba trayendo café cuando miró al lindo niño en el sofá, que la dejó impresionada de inmediato.

Capítulo 35 El encuentro 1

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