Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1009

Patricia se mostró sombría. —Alejandro me ha estado evitando estos últimos días; hoy incluso canceló su reservación y se marchó. No estoy segura de si ya regresó a su país, pero lo cierto es que tus comentarios acerca de que él descubriría la verdadera naturaleza de Ana y se enamoraría de mí ahora suenan a mera broma.

Kenia la tranquilizó con paciencia: —Confía en mí, si no te ha visto en estos días, debe haber una razón, quizás algo provocado por Ana, o tal vez ya tenían otros planes. Solo está fuera del país por unos días; cuando regrese, estoy segura de que conseguirás lo que deseas.

—Está bien, te creeré una vez más, pero si después de un mes Alejandro sigue sin cambiar, la familia Jiménez no te dejará en paz.

—Por supuesto que sí.

—

Casa García.

Doña García observó a los visitantes con una expresión indescifrable.

¿Piensan acaso que al acudir a ella resolverán algo?

—Buscar mi ayuda es inútil; ya estoy mayor y no tengo control sobre nada. Alejito siempre ha sido muy decidido; si no fuera porque esta vez ustedes han exagerado, él no estaría tratándolos de esta manera.

Don Xavier tampoco parecía contento. Siempre se había mostrado superior frente a esta Marta, esperando su respeto.

Sin embargo, para sorpresa de todos, la última vez en el hospital ella ya lo miraba con desdén, y hoy, a pesar de que él ha venido por iniciativa propia, ella mantenía una actitud severa.

Qué exageración.

Tras respirar hondo, continuó: —Han ocurrido tantas cosas últimamente, y no es sencillo señalar a un culpable con pocas palabras. Decir que Alejito no tiene ninguna culpa sería mentir; ha sido demasiado severo con su familia, ignorando los lazos de sangre. Que te haya escuchado y se haya casado con una mujer de una familia común ya es suficiente, pero ahora que es tan severo con nosotros, ¿no es eso demasiado? Eres la abuela a la que más respeta, no escucha a nadie más que a ti, por lo que depende de ti convencerlo.

Don Xavier pidio ayuda manteniendo aún su actitud altiva.

Y aunque minimiza sus propios errores, pone énfasis en los supuestos errores de Alejandro y doña García, sonando más ridículo que los dramas familiares de la televisión.

Doña García se enfrió y bajó la cabeza para tomar unos sorbos de agua y calmarse. —Nadie puede persuadirlo; tu visita es inútil. Creo que no has venido a buscar mi ayuda, sino a culparme, ¿verdad?

Pensó en cómo Alejito tendrá que enfrentar a esta clase de familiares después de su muerte, y eso le dolía el corazón.

Ella no quería perder más palabras con don Xavier, quien no sabía ser agradecido.

Don Xavier, con el rostro pálido, se dio cuenta de que su visita hoy había sido en vano.

¿Ella dijo que Alejandro había sido suficientemente bueno con ellos?

¿Entonces por qué no permitía que Rafael entre al grupo?

Esas palabras eran falsas.

De todos modos, él no se rendirá con este asunto.

Si los métodos abiertos y directos no funcionaban, entonces no debería sorprenderse si él recurría a tácticas más oscuras. Cuando llegue ese momento, ni siquiera las súplicas de Alejandro servirán.

—