Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1019

Ana todavía estaba algo confundida.

No sabía cuándo exactamente Elena había terminado de cocinar, pero ella salió de la cocina con la comida y, señalando a un hombre de mediana edad en la televisión, dijo: —Este hombre se parece mucho a tu papá. Eras muy joven en ese entonces y no tienes muchos recuerdos de él, pero Francisco también opina que se parece.

—¿A papá? —Ana recién prestó atención al programa de televisión.

Parecía ser uno de esos dramas urbanos donde el hombre de mediana edad podría ser el padre del protagonista.

Poseía un aire distinguido y claramente había sido muy guapo en su juventud.

—Sí, es bastante parecido, especialmente los ojos. ¿Recuerdas que me caí y tuve que ir al hospital hace un tiempo? En esa ocasión vi a una persona que se parecía mucho a tu papá —comentaba Elena de manera casual.

Ana apagó la televisión y se sentó a la mesa. —En este mundo hay tantas personas, es normal encontrar a alguien que se parezca a otro.

—Exacto, es una coincidencia interesante. Habría sido maravilloso si tu papá todavía estuviera vivo, viendo cómo han crecido y prosperado todos en sus carreras y estudios; seguro que estaría muy orgulloso —Elena recordó a su esposo fallecido y no pudo evitar emocionarse.

Especialmente porque no pudo despedirse de él, siempre sintió que algo faltaba en su corazón.

A veces tenía la sensación de que su esposo aún estaba vivo.

Pero, ¿cómo podría ser? Si su esposo estuviera vivo, ¿cómo no volvería a casa después de tantos años?

¿Qué podría ser más importante que estar con su familia?

Dejando a un lado esos pensamientos, Elena miró a Ana y sonrió diciendo: —Prueba mi cocina, a ver si he perdido el toque. A veces he estado tan ocupada que he tenido que pedir comida a domicilio, y ahora es tan conveniente.

Ana realmente no tenía hambre y no tenía mucho apetito, pero al ver los platos familiares, cada uno preparado por su madre, comenzó a comer con ganas, dando un pulgar hacia arriba mientras lo hacía.

—¡La comida que hace mamá es siempre tan deliciosa! En los días que estuve en el extranjero, pensaba todos los días en la comida de mamá; comer su comida es realmente una bendición —dijo Ana, y mientras hablaba, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Mientras comía y charlaba con sus colegas, Ana tomó una decisión: si no veía a Alejandro hoy, lo llamaría mañana para programar un encuentro.

Cuando la reunión terminó y todos se marcharon, Ana estaba saliendo del estacionamiento para incorporarse a la carretera principal cuando su coche fue golpeado por detrás.

Al bajarse para hablar sobre la compensación con el otro conductor, descubrió que era Patricia quien conducía.

Patricia también se sorprendió al ver a Ana.

No podía creer que, en una ciudad tan grande y con tanta gente, terminaran encontrándose.

Y para colmo, había chocado el coche de Ana.

Observando el automóvil de Ana, que valía decenas de miles de dólares, Patricia sacó su celular y dijo: —Te transferiré directamente el dinero para la reparación del coche.