Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1022

¿Alejandro, por qué lo preguntas de nuevo?

—Un amigo del extranjero me lo envió, parece que te interesa mucho. Luego contactaré con ella para preguntar dónde lo compró y pedir que me envíe otro por correo —respondió Patricia, intentando mantener la calma.

Alejandro asintió con un —Mhm.

Patricia no esperaba que Alejandro simplemente aceptara su respuesta; frunció el ceño en secreto, ¿dónde iba a encontrar otro anillo exactamente igual?

Ese anillo, Kenia había dicho que era único en el mundo.

Bueno, cuando él pregunte de nuevo, simplemente dirá que su amiga no recuerda dónde lo compró.

No puede ser que él siga insistiendo en tener un anillo igual, ¿verdad?

Recordando el incidente que tuvo hoy con el coche de Ana, cambió de tema casualmente. —Hace unas horas, había quedado para comer con una amiga y cuando nos íbamos, me encontré con Ana, accidentalmente choqué contra su coche.

Alejandro levantó fríamente la mirada. —¿Un choque?

Recordó la llamada que Ana le había hecho justo antes y los mensajes de WhatsApp que le había enviado después.

¿Será que estaba asustada por el accidente?

—Sí, fue justo en la salida de un estacionamiento, probablemente ella frenó demasiado y yo, sin querer, la golpeé, realmente me asusté, por suerte no pasó a mayores, de lo contrario, ambos podríamos estar ahora en el hospital —explicó Patricia, fingiendo haberse asustado.

Mientras esperaba que Alejandro le preguntara si ella estaba herida, él, sin decir palabra, se marchó rápidamente.

Patricia, ignorada en el lugar, se quedó algo atónita al verlo irse.

—¿Por qué se fue tan rápido? ¿Acaso no escuchó lo que dije? —murmuró con el ceño fruncido e insatisfecha.

Alejandro se había ido, y esta cena ya era bastante aburrida, no quería asistir en primer lugar, y ahora sentía que era aún menos interesante.

Desanimada, se terminó toda su copa de vino y luego, tomando su bolso, también se fue.

—

Villa Estrella de Mar.

Alejandro regresó y fue directo al garaje, donde vio el coche de Ana.

El vehículo estaba bastante dañado en la parte donde fue golpeado.

Luego, con paso firme, entró a la casa y subió las escaleras.

Mientras hacía todo esto, Ana seguía profundamente dormida.

Él se sentó a su lado, mirándola con resignación.

Era una mujer que no sabía agradecer, siempre hablando de divorcio, ¿ella realmente pensaba que casarse y divorciarse con él era tan sencillo?

Probablemente por haber bebido algo de alcohol, sentía un ligero dolor de cabeza.

Presionó suavemente sus sienes.

De repente recordó los primeros días de casados cuando ella le masajeaba los puntos de presión en la cabeza, aliviando realmente su dolor.

Después de eso, comenzaron a tener relaciones sexuales y luego vivieron juntos, lo que redujo sus episodios de insomnio y dolor de cabeza.

Pero estos últimos días había vuelto a sufrir de insomnio, y hoy el dolor de cabeza había sido constante.

Justo cuando estaba por ir a ducharse, con la idea de volver y dormir abrazado a Ana, el celular de Ana empezó a sonar.

Estaba en modo vibración.