Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1021

Patricia observó el anillo en su dedo y soltó una risa fría.

—Ana, descubramos cuánto tiempo más puedes disfrutar de tu victoria.

—

Hasta hoy, Alejandro no había regresado a Villa Estrella de Mar.

Eran las diez de la noche.

Ana extrajo nuevamente las dos cartas que doña Isabel le había entregado y las examinó con atención.

Al leerlas, de repente tomó una decisión.

Marcó el número de Alejandro.

Nadie contestó el teléfono.

Respiró profundamente y le envió un mensaje a Alejandro.

[¿Volverás a casa mañana? Necesito verte.]

El mensaje, como una piedra lanzada al mar, quedó sin respuesta de Alejandro.

Dos semanas después.

El tiempo se agotaba.

Antes de dormir, revisó su móvil una vez más; Alejandro aún no había respondido.

Si no recibía respuesta, ella iría en su búsqueda al día siguiente.

—

Alejandro se encontraba en un ambiente bullicioso.

En una cena.

Siempre rodeado de mucha gente.

En esos eventos, las conversaciones suelen ser repetitivas y después de tanto tiempo, solo le resultaban tediosas.

No sabía qué había visto Alejandro en su móvil, pero su expresión era bastante fría y distante, lo que lo hacía difícil de abordar.

Ella acababa de observar cómo las personas que rodeaban a Alejandro se alejaban asustadas, sin atreverse a molestarlo más.

Aunque él era más guapo que muchos actores famosos, ¿por qué su presencia era tan intimidante?

Patricia lo reflexionó para sí, pero en su corazón sentía que solo este Alejandro era verdaderamente único.

Eso era lo que la hacía incapaz de resistirse a él.

Patricia no pudo ocultar la profunda emoción en su mirada y, con una voz suave, dijo: —Tu copa está vacía.

Alejandro echó un vistazo a la copa vacía en su mano y la dejó a un lado sin darle importancia. Luego, se apoyó en una esquina.

Parecía estar pensativo.

Sin embargo, justo cuando Patricia comenzaba a perder el control por los latidos acelerados de su corazón, Alejandro dirigió repentinamente su mirada hacia la mano con la que ella sostenía su copa. —¿Quién es el amigo que te regaló ese anillo?

La pregunta de Alejandro hizo que el corazón de Patricia se sobresaltara. Siguiendo la mirada de Alejandro, ella observó el anillo en su dedo.