Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1083

Si fuera una mujer celosa, lo podría entender, pero ¿cómo es posible que un hombre también sienta celos de ella? ¿Será que está enamorado de Alejandro?

Un momento.

¿Gutiérrez?

¿Manuel... Ana...?

¿Será que son hermanos?

Como había cámaras de seguridad grabando constantemente a las personas presentes, Manuel, al notar esa mirada, retiró inmediatamente su vista.

No era necesario fijarse en este tipo de terceros.

En el futuro, sería más cauteloso y ayudaría a Anita a identificar a esos hombres problemáticos que no valían la pena.

Valentina pensó por un momento y luego sacó su teléfono para enviarle un mensaje a Ana por Instagram.

En unos minutos, Ana le respondió.

[Manuel es mi hermano. Lo siento, él aún no lo sabe.]

Valentina sonrió. Ana era bastante adorable.

Era raro encontrar personas tan sinceras.

Y además, era restauradora de antigüedades, algo aún más raro. A Valentina le gustaba la gente que se enfocaba en su carrera, pero, lamentablemente, Ana ya estaba casada.

—

Por la noche, después de que Ana y Francisco terminaron de cenar, se prepararon para regresar a su nuevo lugar.

Ya estaba oscuro y, en ese momento, había bastante tráfico en la carretera.

Era común que se produjeran atascos.

Ana le envió un mensaje de voz a Alejandro: —Hay mucho tráfico, probablemente llegaré unos 30 minutos tarde. Acabo de mirar el GPS; está peor de lo normal, parece que hubo un accidente.

Alejandro le respondió: —Ten cuidado. Si el tráfico es imposible, aparca y toma el metro.

Esa era una buena idea, pensó Ana.

Ana se detuvo en seco: —¿Quién eres?

El hombre sabía sobre su relación con Alejandro y además tenía su número de teléfono.

Seguramente era alguien que ya había visto.

—¿Aún no te acuerdas de mí? Si te llamo en este momento, es porque eres importante para mí —dijo el hombre, creando un suspenso.

Ana, con voz fría, respondió: —Si no me dices quién eres, voy a colgar.

—¿Por qué tan apresurada? Mira que eres una mujer tan guapa y no tienes paciencia. ¿O será que Alejandro te rompió el corazón y no quieres hablar con nadie? Tú...

El hombre no terminó la frase porque Ana ya había colgado.

Pero pronto, el siguiente llamado del hombre llegó.

—Dime quién eres o te voy a bloquear —dijo Ana en tono frío.

—La mujer guapa sí que tiene carácter. Está bien, te diré quién soy. Soy Rafael. Nos vimos antes en el hospital, aunque no fui bien recibido, te perdoné generosamente. Ahora que Alejandro se ha divorciado de ti, te ofrezco una oportunidad. ¿Qué te parece si estás conmigo? —Rafael propuso una tentadora oferta.