Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1086

Él siempre había sido una persona de mal carácter.

Especialmente ese día, que su estado de ánimo estaba tan alterado, cualquier persona que le llamara debía estar preparada para recibir su mal humor.

—¡Salvador, si no vienes, me tiro desde el edificio!

Justo después de decir esto, colgó la llamada.

Luego, el Instagram de Salvador recibió un video de Sofía.

En el video, Sofía estaba en la azotea de un rascacielos, el viento era tan fuerte que le volaba el cabello, pero ella se encontraba al borde del edificio. Si se inclinaba hacia adelante, caería directamente desde la azotea.

Miró a la cámara y dijo: —Estoy en el edificio de ustedes, Grupo Blanco, Salvador, esta vez no estoy bromeando.

Salvador miró el video en su teléfono, sus ojos se abrieron de par en par, luego giró la cabeza hacia Alejandro y dijo: —¡Sofía está loca!

Alejandro también vio el video.

Su asistente, Eduardo, le había enviado el video.

—Ve a verla —dijo Alejandro.

Salvador ya se había levantado, aunque ahora ya no sentía nada por Sofía, y estaba dolido por su comportamiento, pero al reflexionar, también sabía que él mismo había sido despreciable.

Llegado a este punto, no podía quedarse de brazos cruzados viendo a Sofía morir.

Alejandro conducía.

No era la primera vez que Salvador se subía al coche de Alejandro.

En realidad, Alejandro solía tener chofer, pero de vez en cuando él mismo manejaba.

Antes, Alejandro conducía como si estuviera en una carrera, pero ese día Salvador notó que Alejandro conducía muy tranquilo, sin preocuparse por la velocidad.

Un poco extraño: —¿Por qué vas tan lento?

Eso no era propio de Alejandro.

Alejandro lo miró de reojo: —Yo no soy como tú, no estoy solo.

Tengo una familia, una esposa, y no hago locuras como esas.

Salvador se quedó sorprendido: —¿Qué quieres decir con que no estás solo? ¿No es lo mismo? Te divorciaste y te comprometiste de nuevo.

¿Tanto te importa la mujer con la que acabas de comprometerte?

Eso no me parece justo para Ana.

Era el de Grupo Blanco.

Era de noche y no había mucha gente en la calle.

Además, el edificio de Grupo Blanco era tan alto que nadie notó lo que pasaba en la azotea. Sofía probablemente no quería causar un gran alboroto, así que no había alertado a la gente en la calle.

Justo cuando Alejandro y Salvador estaban a punto de entrar al edificio, de repente escucharon la voz de Ana detrás de ellos.

—Espera, vamos juntos.

Ana también se sorprendió un poco cuando recibió la llamada de Sofía, pero al final, era una vida humana en juego, no podía simplemente mirar sin hacer nada.

Cuando Alejandro escuchó la voz, se dio la vuelta y miró a Ana: —¿Ella también te llamó?

—Sí —respondió Ana, acercándose.

Salvador miró de un lado a otro entre los dos.

No parecía que estos dos se hubieran divorciado.

Cuando una pareja se separa o se divorcia, no deberían verse tan tranquilos, ¿verdad?