Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1093

Intentar suicidarse de repente, el romance entre estos dos había sido realmente caótico y tumultuoso.

Sin embargo, ya sea caótico o tumultuoso, ¿por qué involucrar a otros?

¿Realmente piensan que todos deben servir a su amor?

¡Eso es absurdo!

Viendo la impaciencia en el rostro de Lourdes, Salvador, con los ojos enrojecidos, preguntó con un tono algo apresurado: —¿Estás embarazada de nuestro hijo?

Al oír esto, el rostro de Lourdes cambió drásticamente, mirando a Salvador con asombro, —¿Cómo lo sabías?

—¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada? —Salvador preguntó con urgencia.

Lourdes arqueó una ceja, con una sonrisa irónica: —Salvador, ¿tu memoria no es muy buena, verdad? Nos hemos separado, ¿qué tiene que ver mi embarazo contigo?

—Claro que tiene que ver, ¡soy el padre del niño! Solo dime, y me haré responsable —dijo Salvador, ansioso por expresar sus sentimientos.

Lourdes respondió: —¿Responsabilizarte por mí mientras estabas con Sofía? Salvador, realmente eres un imbécil.

—No, no quise decir eso... —Salvador se apresuró a explicar.

—¿No quisiste decir eso? Salvador, nadie creería esas palabras, no necesitas forzar una explicación. El niño ya fue abortado, y nosotros ya no tenemos nada que ver —dijo Lourdes con una risa fría.

Ella estaba algo perpleja por la tardía pasión de Salvador.

Algunos errores, una vez cometidos, son suficientes; definitivamente no deben repetirse.

Salvador se acercó ansiosamente.

Agarró la mano de Lourdes de repente.

—¿Por qué no consultaste conmigo?

Al ver que Lourdes lo trataba como a un extraño, de repente sintió un dolor intenso en el corazón.

Se sintió desequilibrado.

—No era necesario —dijo Lourdes con tono frío.

Intentó liberar su mano con fuerza.

Pero Salvador la sujetaba demasiado fuerte como para soltarla.

Ella frunció el ceño y dijo: —¡Suéltame! No dejes que Sofía lo vea, ella podría causar problemas.

Lourdes lo encontró muy extraño.

Después de un breve momento de sorpresa, rechazó directamente: —Realmente no es necesario, cuando rompimos, las cosas que tenían que aclararse, ya se aclararon.

Salvador tensó los músculos de su cara.

Tras respirar hondo dijo: —Realmente rompí con Sofía, mañana volveré a casa, no hay posibilidad de que vuelva con Sofía, Lourdes, podemos empezar de nuevo.

Al oír esto, Lourdes cambió de expresión, levantó su otra mano y golpeó directamente a Salvador.

—Salvador, ¿qué crees que soy? ¿Piensas que Lourdes no puede tener a otro hombre que no seas tú, y que justo después de romper, vienes a buscarme para reconciliarnos, me consideras una opción barata? ¿Qué tan bien pensaste esto, me tomas por tonta?

Salvador recibió el golpe, su rostro se torció, se puso pálido, no estaba enojado, ese golpe era lo que merecía.

Él había fallado a Lourdes.

Mirando la calle desierta.

Bajo las luces de la calle, Lourdes era hermosa de una manera que era difícil desviar la mirada.

Pero también le permitió ver claramente cuánto lo despreciaba ahora.