Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1094

—Lourdes, romper contigo fue una estupidez de mi parte. Si golpearme te hace sentir mejor, hazlo.

Salvador miraba a Lourdes con seriedad.

Lourdes nunca había visto a Salvador disculparse tan sinceramente con alguien antes.

En los ojos de muchos, Salvador no era alguien serio ni que se preocupara mucho por los demás.

Así que...

Lourdes se quedó un poco atónita.

Miraba a Salvador con sorpresa.

El Salvador de ahora realmente parecía diferente al de antes.

Parecía como si realmente le importara, aunque solo fuera una ilusión.

Sí, una ilusión.

—¿Crees que soy fácil de engañar? ¿Será que quieres volver a casa, pero tu familia te puso condiciones? ¿Debo reconciliarme contigo para que te dejen volver? ¿Y tú y Sofía, con sus asuntos sin resolver, intentas presionarme para alcanzar tus objetivos? Salvador, en tus ojos, ¿soy yo, Lourdes, tan fácil de manipular y engañar? ¿O es que en tus ojos, solo Sofía merece ser tratada bien, y los demás somos solo herramientas sacrificables para ustedes?

—Si ese es tu plan, te digo que busques a otra persona para manipular, ¡no voy a jugar ese juego con ustedes!

Dicho esto, la mirada de Lourdes hacia Salvador no mostró ninguna señal de suavidad.

Aprovechando que Salvador estaba aturdido por sus palabras, se liberó de su mano. Con fuerza, sacó su mano.

Luego retrocedió unos pasos.

Sacó dos pañuelos de su bolso.

Luego se limpió el lugar donde Salvador la había agarrado.

Lo hizo con cierta fuerza.

Mostró involuntariamente un gesto de desdén.

Salvador, con los ojos dilatados, dijo: —No es...

Antes de que pudiera terminar, Lourdes dio unos pasos atrás.

Le hizo un gesto con la mano para que no la siguiera.

—En el futuro, no necesitamos vernos. No me importa si rompiste con Sofía o no. Cuando nos encontremos, actuemos como si no nos conociéramos —Lourdes habló con firmeza, sin mostrar ningún tipo de sentimiento hacia Salvador.

—Salvador, si te digo que en realidad quería pasar mi vida contigo, ¿me creerías?

Después de hacer esta pregunta, esperó varios minutos.

No recibió ninguna respuesta de Salvador.

Pero Salvador aún la miraba.

Los dos se miraban el uno al otro.

Sofía apretaba sus manos: —Está bien, ya tengo mi respuesta. No haber tenido relaciones sexuales conmigo en todo este tiempo dice mucho sobre lo que significo para ti.

Después de avanzar unos pasos, se detuvo.

Volvió a mirar directamente a Salvador.

—Antes de irme, haré algo bueno. Le explicaré a Lourdes que nunca tuvimos relaciones sexuales. Pero si ella te perdonará o no, dependerá de ti. Salvador, en realidad eres una buena persona.

Cuanto más hablaba, más no quería irse.

Si hubiera sabido, debería haber estado con él desde el principio.