Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1123

Sin embargo, él recordaba vagamente que la noche anterior había ido a un bar, donde, mientras bebía, esperaba a alguien.

Esperando...

De repente, recordó algo.

Al ver los cambios en la expresión de Francisco en tan poco tiempo, Alejandro también se sentó y empezó a explicar: —Estamos en un hotel. Anoche, en el bar, alguien te drogó justo cuando te encontraste con Nuria.

—¿Nuria? —La expresión de Francisco cambió bruscamente.

De repente recordó dónde estaba.

¿Cómo podía ser tan coincidente que lo drogaran en el bar y luego se encontrara con Nuria?

Pero realmente no tenía ningún recuerdo de ello.

Inmediatamente bajó la vista hacia su propio cuerpo.

Viendo esto, Alejandro añadió: —Cuando tú y Nuria dejaron el bar, alguien los vio y luego le contó a Ana. Nuria te trajo al hotel y luego se fue. No pasó nada entre ustedes, puedes estar tranquilo.

Al oír que no había ocurrido nada, Francisco se relajó.

—Eso está bien. Lamento las molestias —dijo Francisco con algo de remordimiento.

Alejandro asintió. —Hoy deberías ir al hospital para revisarte. Puede que queden residuos de la droga que te dieron en el bar.

—Está bien —Francisco frunció el ceño.

No esperaba que, con la seguridad actual, aún hubiera gente tan descarada drogando a otros en los bares.

Siendo un hombre y habiendo pasado por esto, era difícil imaginar lo que podría suceder si una chica sola fuera drogada en un bar.

Pensando en esto, el rostro de Francisco se ensombreció rápidamente.

Alejandro fue primero al baño.

Después de asearse brevemente, salió.

Le dijo a Francisco, ya completamente sobrio: —Ana está descansando en la habitación de al lado. Tengo cosas que hacer, ustedes dos pueden desayunar antes de irse.

Con Alejandro presente, Ana y Francisco no se sentían cómodos para hablar.

Después de que Alejandro se fue.

Francisco también fue al baño.

Diez minutos después, abrió primero las cortinas y luego revisó su teléfono.

Francisco abrió inmediatamente.

—Francisco, ¿cómo te sientes ahora? ¿Hay algo que no te sienta bien? —Ana observaba la condición de Francisco.

A pesar de parecer un poco cansado, Francisco no mostraba nada fuera de lo común desde la noche anterior.

Sin embargo, Alejandro le había enviado un mensaje antes de irse.

Le dijo que Francisco no recordaba bien lo que había pasado la noche anterior.

Ese tipo de droga, de hecho, podía adormecer los nervios de las personas.

Solo de pensarlo, era aterrador.

Al ver la preocupación en los ojos de Ana, Francisco sonrió levemente: —No es nada, solo fue un descuido mío.

—Eres atractivo. Eso sin duda atrae la atención. Debes tener más cuidado la próxima vez que vayas a esos lugares —Ana pensaba para sí misma. Ser demasiado guapo puede ser peligroso para un hombre.

Francisco se había vuelto más maduro y responsable en los últimos años, y su apariencia siempre había sido atractiva. No era de extrañar que atrajera miradas.

Francisco sonrió y asintió. —Está bien, lo recordaré.

—¿Por qué fuiste de repente al bar? Francisco, ¿acaso tienes novia? —Ana notó algo inusual en el comportamiento de Francisco.