Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1164

Después de decir esto, Patricia colgó celularde inmediato.

Ella realmente pensaba que Ana era una buena persona y ahora que había sido abandonada por Alejandro, también sentía una fuerte compasión por ella.

Supongo que era una cuestión de empatía.

¿No había sido ella acaso, también despreciada por Alejandro?

Solo que su situación era pública, mientras que muy pocas personas en la ciudad A sabían que Ana y Alejandro se habían casado y divorciado.

Así que, al ver a Alejandro con una nueva pareja, la persona que realmente sufriría no sería ella, sino precisamente Ana.

Con este pensamiento, cualquier hostilidad que había sentido hacia Ana se disipó por completo.

Si pudiera hacerse amiga de Ana, sería maravilloso.

Al escuchar la advertencia de Patricia, Ana se tensó visiblemente.

Sabía que Rafael no era una buena persona, pero que hablara de ella a sus espaldas de esa manera tan indignante era realmente malicioso y extremadamente despreciable.

Era como un pez viscoso y repugnante.

Respiró hondo.

Trató de calmar la ira que Rafael había provocado.

Se levantó del sofá, planeando ir al balcón para tomar aire fresco.

Justo cuando estaba a punto de levantarse, una oleada de vértigo la asaltó en ese momento.

Todo a su alrededor se oscureció.

Enseguida cerró los ojos, tratando de controlar su mareo.

Después de un buen rato, finalmente se estabilizó.

Casi como si el episodio de vértigo nunca hubiera ocurrido.

Ordenó con calma sus pensamientos y tomó otra profunda inhalación.

Quizás, eso se debía a que tenía a alguien en su corazón, preocupándose por su bienestar y atendiendo muchos más detalles.

Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que Alejandro ocupaba un gran espacio en su corazón.

Anteriormente, creía que lo que sentía por Carlos era amor, y que su amor sería eterno.

Pero ahora, de repente entendió que no esto era amor.

Después de divagar por completo en sus pensamientos por un rato, llegó la medianoche.

Durante todo el día, Alejandro no había respondido a sus mensajes.

Ni siquiera el asistente Eduardo.

Ahora debería ser mediodía para ellos, justo la hora de almorzar.

Tras dudar unos minutos, decidió llamar a Alejandro.

En el instante en que marcó, una voz mecánica le respondió: —El número al que intenta llamar está fuera del área de servicio, por favor intente marcar más tarde.