Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1183

Seguido de esto, varias personas rodearon en ese momento a dos individuos al entrar.

Era un gran despliegue.

Definitivamente, eran grandes estrellas.

Observando en detalle cómo el personal del set se movía con precaución, Beatriz miraba con curiosidad.

Cuando vio a las personas que entraban, su rostro cambió de forma drástica, revelando una sorpresa que no pudo ocultar a tiempo.

¿Mauricio?

¡Señor Mauricio!

Luego, la actriz que lo acompañaba era la reciente ganadora del premio a Mejor Actriz Principal.

Los dos caminaban juntos, mostrando una asombrosa armonía en sus miradas, extremadamente agradables a la vista.

Sin embargo, en la mente de Beatriz hubo un momento de vacío, con Mauricio llenando por completo su visión.

Cuando Mauricio vio a Beatriz, la saludó simplemente con un gesto de cabeza como si viera a una amiga común, sin el torbellino de pasiones de aquella noche loca de hace tres años.

Beatriz recobró la compostura al instante.

Oh, en estos tiempos, un pequeño gesto de afecto no significa nada, después de tres años, incluso el amor más intenso puede desvanecerse hasta ser algo insípido.

Tal vez Mauricio ya lo había olvidado.

Inmediatamente, ella sonrió y le dijo a Mauricio: —¡Señor Mauricio, cuánto tiempo sin vernos!

Al oír esto, un sombrío matiz cruzó de forma fugaz por los ojos de Mauricio.

Pero lo ocultó profundamente, y bajo la atmosférica iluminación del café, nadie notó ene se momento el cambio en sus ojos.

Sin embargo, pensaba para sí: Qué imprudente había sido.

...

Fuera del café.

Ana llegó, pero no entró.

Se paró frente al auto, mirando atenta hacia el interior del café lleno de gente, sabiendo que estaban filmando.

No era el momento adecuado para acercarse.

¿Qué significaban entonces las promesas que había dejado atrás?

Continuó perdida en estos pensamientos durante un buen rato.

Beatriz salió en ese momento del café y se dirigió hacia donde ella estaba.

Ana la miró a Beatriz una vez.

Beatriz, al ver que Ana solo llevaba un sencillo abrigo y estaba de pie bajo el viento nocturno, no pudo evitar sentir compasión: —¿Por qué llevas tan poco abrigo?

—No tengo frío. —Dijo tranquila Ana.

El gesto en la boca de Beatriz se acentuó, ¿cómo podría no tener frío si los últimos días había bajado demasiado la temperatura? A veces, hasta ella necesitaba llevar un abrigo de cachemira por las noches, pero viendo el semblante preocupado de Ana, se sentía mal.

Ahora ella estaba más calmada.

También se arrepentía de haberle dicho a Ana tan precipitadamente lo sucedido.

Pero ya estaba dicho, y lo hecho, hecho estaba, sin lugar para arrepentimientos.

Solo pudo sacar su móvil: —Esto es un video que extraje de la grabación de seguridad. Él y una mujer aparecieron juntos, solo por tres o cuatro minutos. Externamente, se parece a Alejandro, pero él no me reconoció.