Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1205

Él miraba el auto delante de él, entrecerró los ojos y dijo a la persona a su lado: —Sigue investigando a esos dos.

—Señor Ignacio, ¿cree que...

—Sí, hay algo raro, sigue investigando —dijo Ignacio con voz grave.

—

Después de una noche de bebida, Ana despertó en la casa de Lourdes.

Habían pasado la noche bebiendo.

Aunque todavía no toleraba bien el alcohol, su capacidad para beber había mejorado mucho en comparación con tres años atrás.

Probablemente habían seguido bebiendo hasta bien entrada la noche, y luego ella se había dormido directamente en la habitación de invitados.

Al levantarse de la cama, se dio cuenta de que Lourdes ya había preparado el desayuno.

Con un delantal puesto y una mirada especialmente tierna, le dijo: —He preparado el desayuno, cocí fideos sin añadir muchos condimentos. Bebimos demasiado anoche y probablemente hoy nuestro estómago se sienta mal, unos fideos ligeros nos harán sentir mejor.

—Lourdes, quienquiera que te case será afortunado —dijo Ana al acercarse y ver la mesa con los fideos exquisitamente preparados, levantó el pulgar hacia Lourdes.

Definitivamente era su sincera opinión; ella también sabía cocinar y conocía la receta de esos fideos.

Incluirían algunos vegetales y huevo, pero Lourdes los había hecho muy atractivos.

Incluso los huevos estaban en forma de corazón.

Verlos provocaba apetito.

Lourdes no podía dejar de sonreír ante los elogios. —En los años que estuve en el extranjero, siempre cociné para mí misma porque realmente no podía acostumbrarme a su comida. Al principio, lo que cocinaba no era muy sabroso, pero luego empecé a seguir diferentes recetas y, afortunadamente, no cocino mal. Poco a poco, cocinar se convirtió en un interés y los platos que preparaba eran cada vez más deliciosos.

Ana sacudió la cabeza. —No tengo planes para hoy, pero tengo que ir a cenar a casa de mi madre, ella organiza una actividad de team building en su empresa esta noche y, como la dueña detrás de bambalinas, también debo asistir.

—¡Qué bien!

Mientras Lourdes se cambiaba de ropa en la habitación, Ana encendió su celular.

De repente, una noticia saltó a la pantalla.

Como era de esperarse, Gonzalo había llegado a los titulares porque se parecía a Alejandro.

Entonces, los entrometidos etiquetaron a Valentina y hasta a Patricia, pidiéndoles que compararan el grado de similitud entre Gonzalo y Alejandro.

Justo en ese momento, sonó una llamada.