Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1206

Al ver que la llamada era de Valentina, ella contestó directamente.

—¿Viste las noticias? —preguntó Valentina.

Ana respondió: —Sí, acabo de verlas.

—¿Qué antecedentes tiene este Gonzalo? Se parece casi igual a Alejandro. Si no fuera porque alguien dijo que son dos personas distintas, temo que pensaría que es la misma persona —Valentina seguía en shock.

Hacía mucho que no sentía esa sensación de asombro.

—Anoche, en la cena benéfica de la que hablaron en las noticias, conocí a Gonzalo, y en persona es idéntico a Alejandro —añadió Ana.

Valentina no esperaba que Ana hubiera conocido a Gonzalo, y se preocupó un poco. —¿Estás bien?

Ana no había desarrollado nuevas relaciones sentimentales en estos tres años y claramente aún no había superado a Alejandro. Ahora que aparecía alguien idéntico a Alejandro, los sentimientos y el anhelo guardados en el fondo de su corazón seguramente se liberarían de golpe.

Ella entendía profundamente esa sensación; solo quienes la habían experimentado sabían lo que se sentía, y una vez que te gusta alguien, es posible que realmente no te guste otra persona en toda tu vida.

Ana sonrió y dijo: —Estoy bien. He visto que ahora ya hay gente que quiere causar problemas, poniendo el foco de la opinión pública en ti y en Patricia. ¿Vas a enfrentarte a algún problema molesto?

—No hay problema. En unos días tengo un concierto y también participaré en algunos programas, lo que me da una oportunidad de publicidad gratuita —respondió Valentina sin preocuparse. La publicidad gratuita era buena.

Después de hablar un poco más, terminaron la llamada.

Pero justo después de colgar, Beatriz llamó.

Ella preguntó algo similar a Valentina, y después de tranquilizar a Beatriz, otra llamada entró; era de Francisco.

—¿Vuelves a casa esta noche?

—Hoy mi madre ha organizado una actividad de team building. Estaré con ella y con los empleados de la empresa. ¿Francisco, viste las noticias sobre Gonzalo y te preocupas por mí? —preguntó Ana.

Francisco se rió suavemente. —Ana, siempre tan inteligente. Al escucharte preguntar así, sé que estás bien. Gonzalo sí que se parece mucho a Alejandro.

Había hablado con mucha delicadeza; en realidad, no solo se parecían mucho, eran prácticamente idénticos.