Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1233

Entre sombras, una idea emergió en su mente: no debería haber sido tan fría con él.

Pero, inmediatamente después, él frunció el ceño nuevamente.

Desde que había conocido a Ana, siempre se encontraba con pensamientos extraños que no podía controlar.

Esta mujer...

Definitivamente se ajustaba a su estética; después de haberla visto una vez, no pudo olvidarla.

Su raciocinio le decía que esto definitivamente no era algo bueno.

—

En la profundidad de la noche, otra persona que no pudo dormir fue Verónica.

Ese día, después de haber regresado del centro comercial, Gonzalo se fue a trabajar y ella volvió directamente al hotel.

Había buscado información sobre Ana.

Y justo había recibido una respuesta: Ana era una restauradora de antigüedades, había trabajado en el equipo de don Fernando, era muy capaz, y solo las personas con habilidades podían entrar al equipo de don Fernando.

Sin embargo, no sabía por qué, Ana había renunciado hacía tres años para ir al País de la Arena Blanca, y había continuado trabajando en este campo allí.

¿Acababa de regresar del País de la Arena Blanca hace unos días?

¿Qué coincidencia?

Verónica siempre sintió que era demasiado coincidente.

Los múltiples encuentros casuales con Ana, y ahora resultaba que ambos venían del País de la Arena Blanca a la ciudad A, le daban la sensación de que Ana la estaba vigilando.

Y al pensar en la actitud inusual de Gonzalo hacia Ana, su inquietud se magnificó.

Y esa cara de Gonzalo, idéntica a la de Alejandro, siempre le recordaba que en este mundo no hay tantas coincidencias.

Pero...

Se mordió el labio; no importaba a quién se pareciera Gonzalo, en sus ojos y en su corazón, Gonzalo era solo Gonzalo, él era su Gonzalo, y después de tres años habían llegado tan lejos juntos, no dejaría que nadie se lo llevara.

Sus futuros hijos con Francisco seguramente serían aún más bellos.

¡Por los buenos genes de la familia Gutiérrez!

Ana respondió: —Pero ninguno de nosotros es tan guapo como Francisco.

Los ojos de Judith se iluminaron inmediatamente. —Francisco es realmente guapo, más que cualquier celebridad que haya perseguido.

Estaba completamente enamorada de Francisco.

En esta vida, probablemente nunca podría separarse de Francisco.

Este hombre era incluso más perfecto que los protagonistas masculinos de las novelas que ella escribía, también tenía un abdomen bien definido y una gran virilidad.

Estaba completamente satisfecha.

Mientras Judith solo tenía ojos para Francisco, Ana se sentía genuinamente feliz por él.

En ese momento, mientras hablaban, de repente vio a Gonzalo afuera, a través del ventanal.