Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1248

Ambos parecían haber salido justo del centro comercial.

En los últimos años, Rocío había consolidado su posición en el mundo del entretenimiento; aunque aún no era una estrella de primer nivel, seguía recibiendo muchas ofertas de películas y bastantes contratos de patrocinio, y no se le conocían escándalos.

Parecía que Rocío y Bryan habían estado juntos durante esos años.

Sin embargo, ¿no era cierto que Bryan recientemente había aceptado una cita arreglada por su familia?

—Tú... —Bryan miró a Ana, algo sorprendido.

Ana asintió hacia ellos. —Acabo de ir de compras al centro comercial.

Rocío, al ver a Ana, no supo qué decir; durante su estancia en el centro comercial, ella había llevado sombrero y mascarilla, por lo que no había sido reconocida. Al salir del centro comercial, se había quitado el sombrero y la mascarilla, con la intención de dar un paseo nocturno con Bryan, pero no esperaba encontrarse con Ana tan oportunamente.

Por un momento, se sintió como si hubieran descubierto un secreto.

Ella y Bryan se habían vuelto a contactar en el último año más o menos, por coincidencia. Originalmente, había dejado de pensar en Bryan, sabiendo que no podrían estar juntos, y hasta entonces Bryan solo tenía a Beatriz en su corazón.

Pero no podía controlarse.

Recientemente había llegado a una realización: no solo le gustaba Bryan como persona, sino también los recursos que él le podía ofrecer; esto parecía darle una razón más para seguir enredada con él.

Sin embargo, sabía que Bryan probablemente tampoco quería encontrarse con Ana.

Después de todo, Ana era la mejor amiga de Beatriz, y verlos juntos era como decirle a Beatriz que estaban juntos.

Ella miró a Bryan, quien le dijo a Ana: —El café de Bea está cerca, ¿fuiste a verla?

Si no hubiera sido por ver a Ana, él habría olvidado que Beatriz tenía varias cafeterías, una de las cuales estaba cerca.

Probablemente era por los muchos asuntos recientes que había olvidado este detalle.

Ana asintió: —Me voy mañana, así que quería reunirme con Bea una última vez hoy. No los molestaré más a ustedes.

Las dos se sentaron en un banco en el parque cercano.

El viento de la tarde era ligeramente frío, pero el café en sus manos era reconfortante.

—Está delicioso —Ana tomó varios sorbos grandes, sintiendo un calor reconfortante en su pecho.

Beatriz se mostró orgullosa, —Claro que está delicioso, lo preparé yo misma, la proporción es muy estricta.

—¿Estás pensando en abrir más cafeterías? —preguntó Ana con una sonrisa.

Beatriz asintió entusiasmada, —¡Exactamente! Nadie me conoce mejor que tú.

—Desde la universidad supe que Beatriz sería una mujer de negocios exitosa, y no me equivoqué —rió Ana.

Beatriz también rió sin poder detenerse. —También dije que abriría una floristería. Quizás abra una después. Cuando regreses, si quieres ver flores, haré que te las envíen todos los días.