Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1260

Beatriz respondió con un murmullo.

Era esa Verónica.

¡No sabía cómo podía ser tal coincidencia!

Sospechaba que Verónica no tenía licencia de conducir, ¡de verdad que no sabía manejar! ¿Acaso había confundido el acelerador con el freno? ¡Si no hubiera sido por su suerte, podría haber ocurrido algo más grave que una simple conmoción cerebral!

Sin embargo, la situación de Verónica tampoco era nada buena; tenía heridas en la cabeza y en las manos.

Cuando vio a Ana, también se sorprendió muchísimo.

Conoció a Beatriz; ese día en la cafetería, Beatriz había llamado confundida a Gonzalo por Alejandro, pero no esperaba que Beatriz y Ana fueran amigas.

—Qué coincidencia ¿no?— dijo Verónica con un tono desagradable.

Ana murmuró: —Bea no está bien, ella también necesita quedarse en observación en el hospital.

—En mi auto tengo una cámara de seguridad, fue su completa responsabilidad— dijo Beatriz.

Era algo tan frustrante.

Ella había estado conduciendo tranquila a casa y terminó encontrándose justo con alguien que no sabía manejar.

Verónica furiosa dijo: —Solo tenías que pisar el acelerador para evitarlo. Este accidente no es completamente mi culpa.

—¡Mierda! ¿Qué dices? ¡Delante de mí había autos, y para evitar hacerte daño a ti, terminé siendo el único responsable del accidente? ¡Estás loca por culparme solo ha mi! Desde el lugar del accidente hasta ahora, has estado evadiendo la responsabilidad, ni siquiera te has disculpado conmigo, ¿y ahora vienes a decirme esto? ¿Tienes licencia de conducir? ¿Estás conduciendo sin licencia? ¿No es Así? ¡Espera, esto no terminará tan fácilmente hoy!

Beatriz, que ya estaba sufriendo los efectos de la conmoción cerebral con mareos y desorientación, no pudo mantenerse por más tiempo sentada después de escuchar a Verónica.

¡Qué exageración!

Verónica abrió sorprendida los ojos, incrédula de que Beatriz tuviera tanta elocuencia y habilidad para insultar. —Aún en el hipotético caso que fuese mi culpa, no necesitas ser tan intensa, solo quieres que pague más dinero, ¿verdad?

Algunas personas realmente no pueden reconocer su propio lugar. ¿Verónica cree que tiene algún derecho aquí? ¿Cree que en el hospital puede decidir quién se queda y quién se va? ¿Piensa que este lugar es tal vez su casa?

Beatriz no tenía tan buen temperamento. —Ana es mi amiga; su presencia aquí no es asunto tuyo. ¿Crees que esto es tu casa para mandar a la gente? ¡Me irritas demasiado, ya lárgate de aquí antes de que se me suba la tension! ¡Espera mejor a que la policía de tránsito te notifique y listo!

No le preocupaba que Verónica intentara huir.

La policía tenía sus datos de contacto; incluso sabían que su prometido era Gonzalo, así que no podría lograr escapar.

—¡Pero como te atreves!— Verónica se sintió ofendida por la grosería de Beatriz.

¡Qué tipo de persona era esa tipa!

Luego, miró con desprecio a Ana.

Como era de esperarse, Ana no era buena persona, y su amiga tampoco, ¡totalmente sin clase!