Em geral, gosto muito do gênero de histórias como Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate, então leio muito o livro. Agora vem Capítulo 1261 com muitos detalhes do livro. Não consigo parar de ler! Leia a história de Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate Capítulo 1261 hoje. ^^
—Si en serio quieres disculparte conmigo, entonces hazlo como es debido, soy muy razonable. Pero si no quieres disculparte sinceramente, ¡mejor vete ya! No quiero verte.— Beatriz furiosa le contesto.
En el momento del accidente, si Verónica se hubiera disculpado, su actitud habría sido cien veces mejor.
Por supuesto, la forma en que Verónica trató a Ana hace poco la había hecho sentir aún más molesta.
¿Qué derecho tenía acaso Verónica para mandar a sus amigos?
Verónica, roja de ira, exclamó: —¡Bueno, ya no tengo nada más que decir con ustedes!
Justo cuando se daba la vuelta para irse, una voz masculina profunda resonó de repente.
—¿Dónde te has lastimado?
Esa era la voz que Verónica más deseaba escuchar, pero al oírla, quedó sorprendida.
No quería que Gonzalo viera a Ana.
Sin embargo, se volteó, con lágrimas en los ojos, y dijo: —Mi mano y mi cabeza están lastimadas, pero por fortuna no es nada grave.
—¿Por qué saliste a conducir?— Gonzalo echó un vistazo a las heridas de Verónica y luego preguntó con frialdad.
Cuando estaban en el País de la Arena Blanca, Verónica ya había tenido varios problemas por conducir, había sufrido varios accidentes, aunque ninguno grave, pero aún así había causado muchos problemas.
Verónica se sintió culpable al ser cuestionada. —No pensé que terminaría chocando con el auto de alguien. No creo que esto haya sido mi culpa.
—Sí, claro, chocaste con mi auto porque había otros autos en la carretera. Sería mejor si solo estuviera tu auto en la carretera, ¿verdad? Tú, que no sabes conducir, eres el dolor de cabeza para los otros conductores responsables. Además, a ti no te pasó nada, ¡yo tengo una conmoción cerebral carajo! — Beatriz en ese instante no pudo contenerse. ¡Verónica gritaba como una loca!
Sabía que había chocado con el auto de alguien más y, aun así, decía que no era su culpa.
En ese preciso momento, Gonzalo se dio cuenta de que había otras personas presentes.
Miró hacia la cama de hospital donde estaba Beatriz.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate