Resumo de Capítulo 1279 – Capítulo essencial de Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate por Internet
O capítulo Capítulo 1279 é um dos momentos mais intensos da obra Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Segunda oportunidad, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Todos decían que antes no tenía el hábito de fumar, pero en esos últimos años parecía que había desarrollado la fea costumbre de fumar un cigarrillo cuando enfrentaba problemas.
Esa costumbre subconsciente le resultaba ser algo extraña.
El médico había dicho que era por el exceso de estrés, y que por eso tenía todas esas alucinaciones.
¿Esto eran solo alucinaciones?
Por alguna razón, de repente recordó el mensaje de amistad que no había aceptado antes.
El nombre de Ana parecía en ese momento cubrir su mente.
Ana...
Una voz en su cabeza le decía de forma constante que Ana debía ser su mujer, que ellos dos estaban destinados a estar juntos.
Debería haber aceptado esa solicitud de amistad.
Por un lado, su mente descontrolada; por el otro, su razón le decía que debía parar, que debía detener todo eso a tiempo.
Justo cuando volvió a tomar su celular, de repente sonó un golpe en la puerta.
—Gonzalo, soy yo.
Verónica golpeaba la puerta con un tono lloroso.
Gonzalo dejó a un lado el celular y fue a abrir la puerta.
En el momento en que Verónica vio a Gonzalo, se lanzó sollozante a sus brazos y, entre lágrimas, dijo: —Gonzalo, en el camino de regreso me quedé dormida, y soñé que me decías que me ibas a dejar, que no te gustaba y que querías casarte con una mujer que realmente te moviera por completo el corazón. Me mirabas con indiferencia y crueldad, me rechazabas, me veías sufrir y ni siquiera me ofrecías una palabra de consuelo.
—Eso fue solo un sueño.— El cuerpo de Gonzalo se tensó. Colocó sus manos sobre los brazos de Verónica, sintiendo el fuerte impulso de empujarla fuera.
En esos tres años, realmente habían dependido el uno del otro, pero él en realidad no disfrutaba tener contacto físico con ella.
Verónica aún sufría: —Cuando desperté, pensé que realmente había sucedido, tenía tanto miedo. Todo en el sueño parecía ser tan real. Gonzalo, prométeme que no me dejarás. Realmente no puedo estar sin ti. Desde que conocimos a Ana aquí, no sé por qué, pero siento como si en cualquier momento pudieras dejarme por ella.
Verónica miró el pañuelo frente a ella, mordiendo nerviosa el labio rojo. ¿Estaba realmente pensando demasiado? ¡Para nada!
Ella ya había dejado las cosas claras hasta ese punto, específicamente le había dicho que la besara.
Pero él simplemente no la besó.
Aun así, tomó el pañuelo.
—Gonzalo, soy una joven, tengo dignidad. Si no te gusta acercarte a mí, ¿cómo podría seguir hablando de esto una y otra vez como un disco viejo? En estos más de tres años, has cambiado muchísimo... en serio eso me dele mucho.
Gonzalo la miró profundamente. Su presencia aún llevaba un aire de frialdad. —¿Realmente soy tan diferente de antes?
¿Una persona en realidad puede cambiar tanto después de perder la memoria?
Por un momento, Gonzalo dudó de su propia identidad por primera vez. ¿Era realmente Gonzalo?
Al oír esto, el corazón de Verónica tembló con fuerza, y rápidamente dijo de manera agitada: —No estoy segura. Si no puedo entenderlo, mejor no pensar en este asunto. He esperado más de tres años, puedo seguir esperando un poco más. Al final siempre serás la persona que más amo.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate