Resumo de Capítulo 1286 – Uma virada em Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate de Internet
Capítulo 1286 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Segunda oportunidad, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Acerca del accidente de tráfico, definitivamente hay grandes dudas.
También está la actitud cambiante de Ana hacia él.
¿Ella dijo que él era Alejandro?
¿O quizás quiere hacer de él un sustituto de Alejandro?
Verónica, al ver que Alejandro no continuaba preguntando, tranquila se relajó un poco.
En su interior, pensaba que, una vez que salieran de la ciudad A, todo volvería a ser como antes.
Después de regresar al País de la Arena Blanca, encontraría todas las maneras y razones posibles para que Alejandro no regresara.
Había consultado con el médico antes, quien le dijo que era posible que Alejandro nunca recuperara sus recuerdos anteriores.
Eso significaba que Dios también quería que Alejandro dejara atrás el pasado y viviera con ella para siempre.
A las diez, el avión despegó puntualmente.
Ana estaba sentada ansiosa en el vestíbulo del aeropuerto, esperando una llamada de Alejandro.
Pero, desafortunadamente.
El avión ya había despegado y Alejandro no había llamado.
Esto significaba que Alejandro no le creía.
Desde que colgó el celular hasta ahora, ella tuvo tiempo suficiente para calmarse.
Luego, simplemente dejó el aeropuerto.
Antes de irse en el auto, envió un mensaje a Bryan explicando la situación reciente y también habló con Ignacio.
Ana sonrió: —¿Una sorpresa?
—Sorpresa, vamos, ¿no has almorzado todavía? Te invito a almorzar. — Manuel también tenía hambre, y justo era mediodía.
Ambos disfrutaban con agrado de comer.
Justo en los estudios de grabación habían abierto un restaurante de mariscos, y él había estado comiendo allí a diario sin cansarse aún.
—Perfecto, yo también tengo mucha hambre.— Ana no preguntó qué comerían, simplemente acompañó a Manuel.
A ambos les gustaba la zarzuela de mariscos. Mientras disfrutaban de la deliciosa zarzuela caliente, Manuel, como si no pudiera ocultar algo en lo profundo de su corazón, no pudo evitar preguntarle a Ana: —Anita, ¿hay algo que te preocupa? Háblame.
—He reservado un vuelo para regresar al País de la Arena Blanca mañana. No sé cuándo podré regresar esta vez. Si mi madre o Francisco tienen algún problema durante este tiempo, debes contactarme de inmediato,— dijo Ana.
—¿Por qué regresas otra vez? La última vez cancelaste tu boleto y dijiste que no había prisa por regresar,— Manuel se quedó pensativo.
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