Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1291

—Ellos subestimaron a mamá, pero en los momentos más claves, mamá supo qué hacer,— dijo Ana con mucha tranquilidad. En estos últimos años, la empresa había enfrentado muchas situaciones imprevistas, y Elena había tenido que tomar decisiones con rapidez y sabiduría.

Ella había estado en el extranjero durante esos años y, a veces, debido a la diferencia horaria, le había resultado demasiado difícil enterarse de esos eventos de inmediato. Para cuando se enteraba, Elena ya había manejado todo a la perfección.

Así que, en lo que correspondia al asunto con Carmen, no estaba preocupada en lo absoluto.

Incluso fue Elena quien tomó la iniciativa de ir a la policía.

Elena suspiró, —De cualquier manera, después de todo, la di a luz. Aunque no tengo sentimientos hacia ella en esta vida, todavía no quiero verla continuar cometiendo los mismos errores. Y si comete errores, debe hacerse responsable y admitir sus fallas.

Ana sonrió y afirmó, —Mamá tiene toda la razón.

—

Fuera de la puerta principal del complejo residencial.

Bajo la luz de la farola, Carmen levantó la vista hacia el alto del edificio.

Si hubiera sido hace tres años, definitivamente lo habría considerado una terrible humillación, pero ahora, después de todo lo que había vivido, ya no era la misma de hace tres años.

¿Creían Ana y Elena que todavía era tan fácil de intimidar?

¿Pensaban que ella se daría por vencida tan fácilmente?

Sabía muy bien que Elena, siendo una mujer de corazón tierno, después de todo, la había dado a luz, por lo que sería fácil para Carmen lograr que Elena en varias ocasiones la aceptara.

Si Elena realmente fuera tan despiadada como para no aceptarla, entonces no necesitaría preocuparse por esos sentimientos.

Después de todo, eran madre e hija, y debería hacer que Elena experimentara por completo el sufrimiento que ella había padecido.

Verónica acababa de someterse a una serie de pruebas, y los resultados del diagnóstico eran los mismos que los del hospital en la ciudad A.

Sin embargo, no programaron la cirugía de inmediato, sino que necesitaban agendarla para el próximo lunes.

Verónica estaba algo decepcionada por no poder operarse en ese momento.

—Gonzalo, estoy algo asustada. Tal vez no dormiré bien esta semana. Estos días todavía estoy ajustándome al cambio tan repentino de horario, y ahora resulta que no puedo operarme de inmediato,— expresó Verónica.

Alejandro simplemente contestó, —Sigue el plan del médico. No pasará nada.

Verónica se quedó sin palabras por un momento, sintiéndose un poco angustiada. —Gonzalo, desde que volvimos, has estado un poco más distante conmigo estos últimos días. ¿Estás resentido conmigo? Después de todo, te hice dejar todo en ciudad A para regresar conmigo.

Ella había escuchado que en los últimos días Alejandro había organizado que alguien visitara su universidad.