Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1316

Caminaba cautelosa hacia el huerto con determinación, con sus tacones finos haciendo difícil cada paso.

Se cruzó por casualidad con algunos empleados que la saludaron, pero no tuvo tiempo ni para devolverles la mirada.

Y es que los tacones no ayudaban mucho que digamos.

Aunque parecía estar cerca, ¿por qué se sintió tan lejos al caminar?

En ese momento, Ana recordó viejos tiempos con Alejandro. Al ver que Alejandro no mostró desagrado alguno y parecía estar atento, ella aprovechó ese valioso instante para hablar más de lo habitual.

Había mucho que recoger de ese día.

El tiempo en realidad pasó sin darse cuenta, y al recordar, enseguida se dio cuenta de cuántos recuerdos compartidos se habían acumulado durante su breve matrimonio.

De repente.

Un grito de incredulidad los interrumpió a ambos.

—¿Eres tú... Ana? ¿Cómo es que estás aquí? ¿No me digas que viniste a ver a Gonzalo y te colaste?

Verónica estaba sorprendida.

Nunca imaginó que la persona que vería sería Ana.

Justo antes, estaba pensando que Ana seguía aún en la ciudad A y tal vez nunca tendrían la oportunidad de encontrarse.

Y tan rápido, ahí estaba Ana, justo frente a ella.

Además, hace un momento, Ana y Alejandro estaban tan cerca, apoyándose de forma significativa el uno en el otro con mucha intimidad. Nadie sabía de qué hablaron. Alejandro estaba de espaldas a ella, así que no podía ver su expresión.

Sin embargo, era evidente que la distancia entre ellos era mínima, tanto que parecía que con solo inclinar un poco la cabeza podrían besarse.

La ira hizo que las venas de la frente de Verónica saltaran descontroladas.

Verónica no podía creerlo.

¿Cómo pudieron haber estado tanto tiempo aquí y no haber dicho nada?

Se sintió bastante frustrada, pero no podía mostrarlo; solo pudo dirigirse con frialdad a Ana diciendo: —No me importa cómo entraste aquí, ni quién seas en realidad, pero sería mejor que te fueras de inmediato y nunca más aparecieras frente a mí y a Gonzalo. ¡No queremos verte! ¡Por favor, vete ahora mismo!

Ella pudo sentir de inmediato que la actitud de Alejandro hacia ella se había vuelto más distante, lo que indicaba que Ana tal vez había hablado con él sobre su identidad.

Y tal vez incluso había encontrado alguna evidencia.

Sabía que Alejandro, siendo una persona cautelosa, no creería con facilidad, pero Ana tenía un aspecto seductor por naturaleza, y si ahora le mostraba algunas pruebas a Alejandro, al comparar a Verónica con Ana, las posibilidades de que la abandonara eran realmente altas.

Anteriormente, había considerado que algún día Alejandro podría recuperar su memoria, pero para entonces, nada podría cambiar; ella ya sería su esposa, y tal vez para ese momento incluso tuvieran un hijo juntos.

Sin embargo, nunca esperó que un viaje a ciudad A pudiera llevarlos a encontrarse con Ana. ¡Habían atraído un problema tan grande!